El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha presentado una demanda modificada contra la cadena CBS, reclamando ahora la cantidad de 20.000 millones de dólares. La denuncia original, presentada en octubre, acusaba a la cadena de brindar un trato favorable a su rival en las elecciones, Kamala Harris, a través de la edición de una entrevista en el programa ’60 Minutes’.
En la demanda enmendada, Trump argumenta que fue perjudicado como competidor en la industria informativa debido a su papel como propietario de la red social Truth Social. La empresa matriz de CBS, Paramount Global, también está incluida en la demanda, ya que la entrevista en cuestión fue emitida en su servicio de streaming, Paramount+.
A pesar de las modificaciones, CBS ha respondido alegando que las cláusulas en las que se basa la demanda de Trump solo se aplican a mensajes comerciales y no a discursos políticos. La cadena insiste en que no existen argumentos sólidos que respalden la queja del presidente.
Según informes de Variety, CBS estaría considerando llegar a un acuerdo con Trump, aunque no se han proporcionado detalles al respecto. La controversia entre el presidente y la cadena continúa, generando un debate sobre los límites entre la cobertura periodística y la influencia política.
En un contexto donde la libertad de prensa y la transparencia informativa son temas de relevancia, este caso destaca la importancia de mantener la imparcialidad y la ética en el periodismo. Las repercusiones de esta disputa legal podrían sentar un precedente sobre la relación entre los medios de comunicación y las figuras políticas en un ambiente cada vez más polarizado.