El Papa Francisco ha sido diagnosticado con una infección polimicrobiana en el tracto respiratorio, lo que ha llevado a modificar su tratamiento y requerirá hospitalización, según informó la Santa Sede. El Vaticano emitió un comunicado en el que señala que las pruebas indican un cuadro clínico complejo que necesitará atención hospitalaria prolongada. El portavoz Matteo Bruni aclaró que no se trata de un empeoramiento, sino de una evolución en la patología del pontífice, quien se encuentra de buen humor.
A pesar de estar hospitalizado, el Papa ha mantenido contacto telefónico con la parroquia de la Sagrada Familia en Gaza, mostrando interés por la situación de las personas refugiadas en el lugar. El domingo, Francisco siguió la misa por televisión y descansó, mientras que se espera una actualización sobre la duración de su hospitalización en el Gemelli de Roma. La condición clínica del pontífice se mantiene estable y continúa con el tratamiento médico establecido.
El cardenal José Tolentino de Mendonça ha celebrado misas en lugar del Papa durante su ausencia, y se ha informado que Francisco ha alternado lectura con descanso en el hospital. A pesar de no haber llamado a la parroquia el domingo, se espera que continúe en contacto durante su recuperación. La comunidad católica permanece atenta a su evolución médica y a posibles actualizaciones sobre su estado de salud.