Estados Unidos ha anunciado que a partir del jueves designará a varios carteles mexicanos como «organizaciones terroristas extranjeras», cumpliendo con una orden ejecutiva firmada por Donald Trump en su primer día como presidente. Entre los grupos designados se encuentran el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el Cartel de Sinaloa, el Cartel del Golfo, La Nueva Familia Michoacana, el Cartel del Noroeste (CDC) y Carteles Unidos, entre otros.
Además, se incluyen en la lista negra el Tren de Aragua, una banda surgida en Venezuela, y la Mara Salvatrucha o MS-13, una pandilla originaria de Los Ángeles que ha causado estragos en El Salvador. El secretario de Estado, Marco Rubio, determinó que estas organizaciones representan una amenaza similar y las designó como «organizaciones terroristas extranjeras».
La designación de estos carteles como organizaciones terroristas extranjeras implica consecuencias financieras, ya que facilita el bloqueo de flujos de capital y el combate al blanqueo de activos. Aunque Estados Unidos ya contaba con marcos legales para perseguir a estos grupos, esta designación amplía la capacidad del gobierno para combatirlos.
La polémica medida también ha generado especulaciones sobre una eventual operación militar de EE.UU. en territorio mexicano. A pesar de que la designación no autoriza directamente acciones militares, algunos analistas sugieren que podría servir como un trampolín político hacia ello.
México ha expresado su rechazo a la designación de los carteles como organizaciones terroristas, enfatizando la importancia de la cooperación bilateral en la lucha contra el narcotráfico. La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, ha defendido la soberanía del país y ha destacado la necesidad de trabajar juntos para combatir a los carteles de manera efectiva.
En un contexto de tensiones diplomáticas entre ambos países, la designación de los carteles como organizaciones terroristas extranjeras plantea desafíos y presiones para el gobierno de México en la lucha contra el crimen organizado. Es fundamental que ambas naciones mantengan un enfoque colaborativo en la lucha contra el narcotráfico para lograr resultados efectivos.