El ministro de Minas y Energía de Colombia, Andrés Camacho, anunció la clausura preventiva de al menos 48 gasolineras en la frontera colombo-venezolana. Esta medida se enmarca en el estado de conmoción interior decretado por el presidente Gustavo Petro en enero, tras un ataque de la guerrilla ELN en la región del Catatumbo.
Según Camacho, se está llevando a cabo una revisión exhaustiva de las estaciones de servicio con el objetivo de asegurar que el combustible que llega al Catatumbo no se utilice para alimentar el conflicto en la zona. Esta revisión, realizada en colaboración con la Fuerza Aeroespacial Colombiana, identificó inconsistencias en la georreferenciación del combustible en las gasolineras, mediante la comparación de registros oficiales, imágenes satelitales y vuelos de reconocimiento.
En el Catatumbo, donde el ELN y las facciones disidentes de la FARC disputan el control de la producción de cocaína, se encontró que 48 estaciones de servicio presentaban discrepancias entre su ubicación reportada y su localización real. Estas irregularidades plantean dudas sobre el funcionamiento de estos establecimientos en una región clave para la producción de cocaína en Colombia.
De acuerdo con el Ministerio de Minas y Energía, en las zonas fronterizas de Colombia, el precio del combustible es inferior para combatir el contrabando desde Venezuela, donde los precios son considerablemente más bajos. Además, se destaca que los departamentos con mayores ventas de combustible suelen ser los que albergan más cultivos de coca.
Colombia es reconocido como el mayor productor de cocaína a nivel mundial, según la ONU. La clausura de estas gasolineras en la frontera busca prevenir el desvío del combustible hacia actividades ilícitas en una zona estratégica para el narcotráfico y el conflicto armado en el país.