La migración de retorno se ha convertido en una realidad palpable. Ciudadanos venezolanos que se encontraban en México han decidido cruzar Panamá en busca de un nuevo comienzo en destinos al sur, renunciando al sueño americano. Algunos de ellos expresan arrepentimiento por haber intentado llegar a Estados Unidos, mientras que otros mantienen la esperanza de una vida mejor lejos de Venezuela.
Durante el pasado fin de semana, más de doscientos viajeros, la mayoría de ellos venezolanos e incluyendo niños, se encontraban en una localidad cercana al Puerto de Cartí, en la comarca indígena panameña de Guna Yala, preparándose para abordar embarcaciones con destino al sur. Uno de los botes transportaba a 20 migrantes, incluidos 4 niños, desde la isla Gardi Sigdub hasta la isla Calidonia y luego a Puerto Obaldía, punto de acceso a la peligrosa selva del Darién, frontera con Colombia utilizada como corredor migratorio en los últimos años.
Uno de los migrantes, John Orozco, de 49 años, compartió con EFE su experiencia. Tras pasar seis meses en México, decidió regresar a Venezuela a través de Panamá. Con un costo de 900 dólares hasta el momento, Orozco relata su travesía evitando los puntos migratorios para evitar ser devuelto a Costa Rica. Su objetivo ahora es llegar a Chile, donde espera comenzar de nuevo con la ayuda de una hermana en Medellín.
Karla Castillo, una venezolana de 36 años y madre soltera de cuatro hijos, también compartió su historia. Lamenta haber abandonado Chile, donde vivió durante cinco años, para intentar llegar a Estados Unidos. Después de una experiencia traumática durante su viaje hacia el norte, decidió regresar a Venezuela y esperar para volver a Chile, donde trabajó como niñera y tiene contactos que podrían ayudarla.
El flujo migratorio a través del Darién ha disminuido significativamente en comparación con el año anterior, con un descenso del 94% en enero. A pesar de las medidas de seguridad y las políticas migratorias implementadas, grupos de migrantes procedentes del norte han intentado ingresar a Panamá desde Costa Rica en viajes de retorno. En este contexto, recientemente una lancha naufragó en el Caribe panameño, resultando en el rescate de 20 personas y la trágica muerte de una niña venezolana de 8 años.
La migración de retorno de venezolanos desde México a través de Panamá hacia destinos al sur es un reflejo de las dificultades y riesgos que enfrentan los migrantes en busca de una vida mejor. La historia de cada individuo revela los desafíos y las decisiones difíciles que deben tomar en su búsqueda de un nuevo comienzo en un lugar distinto a su país de origen.