Uruguay no reconocerá a Maduro como presidente de Venezuela
El ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay, Mario Lubetkin, anunció en una entrevista con el medio español El Mundo que el nuevo gobierno uruguayo, encabezado por Yamandú Orsi, no reconocerá a Nicolás Maduro como presidente legítimo de Venezuela. Además, tampoco reconocerá a Edmundo González Urrutia como el supuesto ganador de las elecciones en el país sudamericano.
Lubetkin explicó que la decisión de no reconocer a Maduro ni al candidato proclamado como vencedor se basa en el cuestionamiento del proceso electoral venezolano. Según el ministro, Uruguay considera que dicho proceso no cumplió con las garantías necesarias para ser considerado democrático, lo que pone en duda la legitimidad de los resultados.
El ministro de Relaciones Exteriores uruguayo también señaló que las relaciones entre Uruguay y Venezuela se encuentran en un punto muerto, con las embajadas prácticamente cerradas y muy poca comunicación entre ambos países. Esta falta de reconocimiento a las autoridades venezolanas se suma a la postura de otros países que también han cuestionado la transparencia de las elecciones en Venezuela.
En cuanto a la figura de Nicolás Maduro, Mario Lubetkin evitó calificarlo directamente como un dictador, pero afirmó que el gobierno uruguayo comparte la opinión de que la situación en Venezuela es ambigua y que no se pueden reconocer las instituciones resultantes de un proceso electoral cuestionable.
A pesar de esta postura firme, el ministro dejó entrever que Uruguay buscará atender las necesidades de sus ciudadanos que se encuentran en Venezuela. Si bien descartó un restablecimiento formal de relaciones diplomáticas, la prioridad será garantizar la seguridad y el bienestar de los uruguayos que residen en territorio venezolano.
En resumen, la postura del nuevo gobierno uruguayo respecto a la situación en Venezuela es clara: no reconocerá a Nicolás Maduro como presidente legítimo ni a Edmundo González Urrutia como ganador de unas elecciones cuestionadas. Esta decisión se fundamenta en la falta de garantías democráticas en el proceso electoral venezolano y en la necesidad de velar por los intereses de los ciudadanos uruguayos en el extranjero.
La posición de Uruguay se suma a la presión internacional sobre el gobierno de Maduro, en un contexto de crisis política y humanitaria en Venezuela. A medida que la situación en el país caribeño continúa siendo motivo de preocupación a nivel global, las decisiones de países como Uruguay contribuyen a mantener la presión y a buscar soluciones para una salida democrática y pacífica a la crisis venezolana.