Venezuela suspende vuelos con deportados desde Estados Unidos en “represalia” a revocatoria de licencia a Chevron
El gobierno de Venezuela, liderado por Nicolás Maduro, ha anunciado la suspensión de los vuelos con deportados venezolanos desde Estados Unidos como una medida de “represalia” a la revocatoria de la licencia a la empresa petrolera Chevron para seguir operando en el país. Esta información, que inicialmente fue divulgada por The Wall Street Journal, fue posteriormente confirmada por Maduro y su ministro del Interior y Justicia, Diosdado Cabello.
“Ahora tenemos un problemita ahí porque con eso que ellos hicieron han dañado las comunicaciones que habíamos abierto (…) Y eso afectó los viajes que teníamos ya programados con nuestros aviones para traernos a nuestros hermanos migrantes y darles un abrazo amoroso cuando llegan a su tierra (…) Entonces, bueno, ellos le crearon ruido a ese tema”, admitió Maduro el pasado 8 de marzo.
A la par, desde la Asamblea Nacional de 2020, con mayoría del chavismo, se ha amenazado con la aplicación de la Ley Libertador Simón Bolívar contra el Bloqueo Imperialista, con penas de hasta 30 años de prisión, contra quienes se considera que promovieron o apoyaron la salida de Chevron de Venezuela.
Según la politóloga Maria Puerta Riera y el director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello (CEPyG-UCAB), Benigno Alarcón, la reacción del gobierno de Maduro era esperada y en la misma medida agresiva.
“La respuesta era previsible. A la administración de Maduro no le interesan los deportados desde un punto de vista humano sino en lo práctico porque se ahorra vuelos y recursos para traerlos. Le está diciendo a Estados Unidos que si no le quitan las sanciones no va a cooperar con esos temas”, sostuvo Alarcón.
A través de un acuerdo entre Miraflores y la Casa Blanca, llegaron dos vuelos a Venezuela con 366 venezolanos deportados desde EEUU. Cabello, quien los recibió personalmente en Maiquetía, negó que tuvieran vínculos con la organización hamponil, Tren de Aragua, como lo señala el gobierno de Trump.
Puerta Riera, experta en autoritarismo, crisis de la democracia y gobernabilidad, destacó la agresividad de la reacción, al sentir Miraflores que “pierde terreno” frente al gobierno de EEUU, luego de creer que Trump haría más concesiones tras la visita del enviado especial Richard Grenell a Venezuela en enero y un “lobby intenso” para persuadir al presidente estadounidense de mantener opciones para tener petróleo garantizado.
Maduro señaló que Exxon Mobil, que explota petróleo en Guyana, “ejerció fuertes presiones” en EEUU para perjudicar las inversiones de la compañía Chevron en Venezuela. Una tesis que ratificó su vicepresidenta ejecutiva este lunes 10 de marzo en una rueda de prensa en la que señaló a la petrolera de estar detrás de la cancelación de la licencia general 41 a Chevron.
En el vaivén de las tensas relaciones entre EEUU y Venezuela, rotas desde 2019, Biden comenzó la flexibilización de sanciones impuestas desde la primera administración de Trump, principalmente las que afectan a la industria petrolera. A cambio, Miraflores aceptó firmar el Acuerdo de Barbados en octubre de 2023, permitió las primarias opositoras y que finalmente la oposición mayoritaria pudiera postular a Edmundo González como candidato presidencial el 28 de julio de 2024. Pero no lo cedió todo, tras no reconocer el triunfo del exdiplomático en las urnas, según 85% de las actas de votación divulgadas por la oposición.
Asimismo, comenzó la liberación de presos políticos estadounidenses. Para diciembre de 2023, por ejemplo, la Embajada de EEUU para Venezuela, que se ubicaba en Colombia, informó sobre la liberación de diez norteamericanos, producto de negociaciones directas con Miraflores que dieron paso a un canje por el empresario Alex Saab.
Tras la visita de Grenell a finales de enero de este año, salieron seis más, pero aún faltan, por lo que los presos políticos, extranjeros y venezolanos, siguen siendo una carta que juega Miraflores a la hora de negociar. El 8 de marzo, el secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, dijo que permanecen nueve estadounidenses injustamente detenidos en Venezuela y exigió su liberación.
“Miraflores está obligado a mantenerse fuerte o al menos parecerlo y las encarcelaciones son uno de los elementos que le permiten poder luego negociar, en este caso para que se eliminen las sanciones, por ello no los libera o excarcela a todos. No tengo dudas de que Maduro aceptaría negociar el regreso de Chevron”, sostuvo Alarcón.
Cabello declaró este 10 de marzo que el regreso de las operaciones de Chevron a Venezuela durante el gobierno de Biden y las deportaciones, además de la reunión con Grenell, fueron iniciativas de EEUU, no de Venezuela, aceptadas por Miraflores. Al admitir que no se recibirán más vuelos con deportados desde EEUU, aseguró que más venezolanos podrán regresar pero a través del programa oficial Vuelta a la Patria.
Aunque le restó importancia a la próxima salida de Chevron de Venezuela, al asegurar que empresas de otros países vendrán a invertir, Cabello advirtió que se aplicará “con toda rigurosidad” la Ley Bolívar contra los opositores que promueven sanciones internacionales contra la administración de Maduro.
Al respecto, Alarcón no descarta que en su esfuerzo por mostrar fuerza y tener más cartas para negociar, Miraflores aplique la mencionada ley para perseguir y encarcelar a más opositores.
Señaló que la única forma de que un nuevo proceso de negociaciones no le sirva solo a Maduro es que la oposición logre elevar una vez más la presión interna, por cuanto advirtió, las sanciones por sí solas no lograrán el cambio político.
Para Puerta Riera, aún hay mucho escepticismo en torno a la política del gobierno de Trump hacia Venezuela, en cuanto a que busque realmente contribuir con una transición hacia la democracia. De momento, sostuvo, Trump accedió a la presión de los congresistas del sur de Florida para que revocara la licencia de Chevron a cambio de votos para el presupuesto y calmar las críticas por la revocatoria del Estatus de Protección Temporal (TPS), pero no descarta que atienda de nuevo al lobby petrolero.
“No hay claridad todavía hacia dónde va Estados Unidos con Marco Rubio por un lado y Grenell por el otro, no apostaría a ninguno todavía, dependerá de la coyuntura”, agregó.