El silencio del CNE y la incertidumbre ante las próximas elecciones en Venezuela
A un mes de que el presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Elvis Amoroso, anunciara el cambio en la fecha de las próximas elecciones y a solo dos meses de los comicios fijados para el 25 de mayo, aún no se publica la Gaceta con la convocatoria formal a los comicios ni el cronograma.
El directorio del ente comicial tampoco ha declarado desde entonces sobre ninguna etapa del proceso, como por ejemplo el cierre del Registro Electoral (RE) preliminar que será usado para los comicios y debió publicarse el 19 de marzo en la página web del organismo -inactiva desde las elecciones presidenciales- para que los votantes pudieran subsanar cualquier error.
Pese al silencio sepulcral del CNE, que dio como reelecto para el cargo de presidente a Nicolás Maduro sin presentar las actas de votación mesa por mesa, un sector de la oposición venezolana mantiene su postura a favor de la participación.
A juicio de politólogos consultados por Efecto Cocuyo la exigencia de condiciones electorales por parte de algunas organizaciones políticas y que se consideran son aún más adversas, luego del denunciado fraude del 28 de julio, parecen estar en un segundo plano. Esto, advierten, no abonará a una masiva participación de los votantes el 25 de mayo ni a la credibilidad de los resultados que se anuncien.
Silencio por todos lados
“Hay mucha opacidad, el CNE no está informando y por lo tanto se sigue generando mucha incertidumbre alrededor de este proceso. Cuando el CNE no informa y a los partidos que van a participar tampoco los vemos hablando de las condiciones, se genera desinformación y eso desmoviliza a la gente para participar en un proceso que de por sí está bastante cuestionado por lo ocurrido el 28 de julio”, expresó el politólogo Santiago Rodríguez.
El profesor de Marketing Político de la Universidad de Carabobo advierte que el CNE, con su silencio sobre la organización de las próximas elecciones, da la impresión de no estar trabajando o de estar de “brazos caídos”, lo que también alimenta la tesis, afirmó, de una nueva suspensión de las elecciones regionales y parlamentarias inicialmente fijadas para el 27 de abril.
Los partidos Un Nuevo Tiempo (UNT); de Manuel Rosales; Movimiento por Venezuela (MPV), de Simón Calzadilla y Andrés Caleca; Centrados, más una fracción de Primero Justicia (PJ), encabezada por Henrique Capriles, están a favor de la participación en las próximas elecciones.
Rosales, posible aspirante a la reelección, ha dicho que “seguirá defendiendo al Zulia”, mientras que Capriles respalda el voto, en las condiciones que sea, como “un acto de resistencia”.
“Nosotros vemos este proceso electoral como la oportunidad de retomar la calle, de reencontrarnos con la gente que está desmoralizada, desmovilizada, desmotivada”, sostiene Caleca.
Sin embargo, no ha pasado inadvertido el hecho que ni el CNE ni dichas organizaciones y sus dirigentes hayan promovido por ejemplo, la inscripción de nuevos electorales y actualización de datos en el Registro Electoral que cerró el pasado 10 de marzo- según cronograma extraoficial, divulgado por el diputado Aníbal Sánchez-. El 19 debió ser publicado el RE, hasta el 20 marzo había oportunidad de hacer alguna objeción y el 24 y 25 de marzo debe ser auditado por las organizaciones políticas que participarán en las elecciones.
¿Qué se gestiona ante el CNE?
El pasado 14 de febrero durante un pleno de UNT encabezado por Rosales se acordó que el partido se declaraba en “sesión permanente” para “defender presencialmente” las condiciones electorales ante el CNE. Se aseguró que la Dirección Ejecutiva Federal ha explorado “posibles escenarios y alternativas”.
Consultado sobre tales gestiones, el integrante de UNT, José Hernández, admitió que desde el partido se hace un esfuerzo para “establecer relaciones” con el Poder Electoral, pero que hasta ahora no hay mayores avances.
“Se hacen gestiones para lograr condiciones y que el proceso electoral llegue a buen término, pero también es un problema el haber dilematizado la participación, votar o no, porque eso permea hacia abajo y genera desconfianza en la gente que duda sobre participar o no”, dijo a Efecto Cocuyo.
Aseguró que la “infraestructura electoral” que se traduce en una red de testigos para defender el voto no es problema para UNT ni para la oposición en general, en caso de que decidiera participar ni tampoco lo son las candidaturas.
Hasta ahora las organizaciones políticas no han informado con cuantos testigos contarían para el 25 de mayo. Hernández subrayó que el CNE debe ofrecer garantías para que se pueda prestar el servicio electoral en paz, en vista de que testigos y miembros de mesa fueron víctimas de persecución política luego del 28 de julio y algunos permanecen encarcelados.
Tampoco se han lanzado formalmente candidaturas. Se da por descontado que Rosales se postulara para repetir en la Gobernación del Zulia y hace una semana, el vicepresidente de UNT, Luis Emilio Rondón, dio a entender que apoyarían las candidaturas a la reelección de Sergio Garrido en Barinas, Morel Rodríguez en Nueva Esparta y Alberto Galíndez en Cojedes y que “quieren más” gobernaciones.
“UNT está en condiciones de participar en la medida en que el gobierno no cambie las reglas de la noche a mañana a su antojo”, advirtió.
Incertidumbre
Se desconoce cómo serán las postulaciones – que según cronograma extraoficial serán entre el 31 de marzo y el 4 de abril- ante la inactividad de la página web del CNE. El 6 de abril se anunciaría cuales candidaturas serán admitidas.
Hay incertidumbre ante la amenaza de aplicación de instrumentos legales como la Ley Bolívar, que castiga con inhabilitación política a quienes apoyen sanciones internacionales contra la administración de Nicolás Maduro. Altos voceros del chavismo como Diosdado Cabello y Jorge Rodríguez han señalado que dicha ley se aplicará con “rigurosidad” de cara a los próximos comicios.
También avalan la aplicación de la ley, los dirigentes de partidos judicializados con representación en la Asamblea Nacional de 2020. En el seno de la Alianza Democrática es más evidente el silencio sobre la falta de garantías democráticas para las elecciones del 25 de mayo.
“La forma como se está abordando este tema electoral permite intuir que de realizarse la elección, esos resultados que se anuncien y que pudieran no obedecer a la voluntad popular, estarán acordes con una repartición de cuotas. Miraflores decidirá donde gana esa supuesta oposición que decidió cohabitar con Maduro. El 25 de mayo no se va a elegir”, sostuvo otro politólogo que pidió omitir su nombre para esta nota.
Coincide con Santiago Rodríguez es esperar una alta abstención para el venidero evento electoral y duda que tanto Rosales como Capriles tengan el suficiente liderazgo para convencer a la gente de salir a votar, luego de que fuera desconocida la voluntad popular del 28 de julio, a favor de Edmundo Gonzalez Urrutia.
“El electorado se movilizó masivamente para las primarias y el 28 de julio porque hubo unidad y liderazgo, sabía por que tenia que salir a votar y esto se repetirá si vuelven a darse las condiciones. Lamentablemente la ruta electoral y la movilización interna están muy limitadas, por lo que la apuesta es nuevamente una negociación con apoyo de la comunidad internacional para el cambio politico”, añadió.
“No se debe ir a ciegas”
La Plataforma Unitaria Democrática (PUD), de la que UNT y MPV forman parte, ha dicho que en la actualidad no existen condiciones democráticas para ir a nuevos comicios porque el poder político gobernante “destruyó” la ruta electoral, al desconocer los resultados del 28 de julio.
En este sentido, para la “reconstrucción” de la ruta electoral, la coalición expuso una serie de condiciones, “para considerar cualquier participación en el proceso convocado”:
Que se inicie de “manera inmediata” una negociación “formal y transparente” para el reconocimiento de la “verdad del 28 de julio”, punto apoyado por la líder opositora Maria Corina Machado; liberación de los presos políticos y refugiados en embajadas con plenas garantías de sus derechos y libre disposición y uso de la tarjeta electoral de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
La coalición, cuya vocería principal ahora recae sobre Roberto Enríquez, tras la renuncia de Omar Barboza de UNT a la Secretaria Ejecutiva, exige además otras condiciones electorales, entre ellas un CNE confiable que respete los resultados de las votaciones y la observación internacional calificada. Esto último, junto a la observación nacional, tal parece que estará ausente el 25 de mayo.
“No se debería ir a un proceso electoral a ciegas. El hecho de no ver a ciertos actores políticos reclamando condiciones justas para evitar que se repita el 28 de julio y un CNE trabajando a puerta cerrada, puede llevar a pensar que lo que vamos a tener el 25 de mayo es un simulacro electoral lo que llevará a la abstención. Las encuestas más serias señalan que ni 23% estaría dispuesto a votar”, recalcó Rodríguez.