El economista Luis Vicente León cree que la administración de Maduro debería poner más énfasis en mejorar la convivencia entre el dólar y el bolívar.
“No se trata de sustituir el bolívar, pero sí de reconocer que a estas alturas no hay posibilidad alguna de revertir la dolarización de nuestra economía y luchar contra ella solo complica y retrocede los avances en materia económica”.
El análisis corresponde al economista y presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, quien sostiene que “no es posible dolarizar de manera formal, pero sí es factible generar condiciones adecuadas de convivencia entre monedas que además permitan ampliar la disponibilidad de crédito y reducir la presión inflacionaria”.
Por otro lado, en su cuenta en X, aclaró que “no es posible restablecer el consumo sin aumentar significativamente los ingresos de los consumidores”.
La caída del primer semestre
Explicó que “la economía venezolana ha presentado una caída en el primer semestre del año que afectó todas las proyecciones que se tenían para el 2023”.
Por lo tanto, “los problemas de consumo se agrupan en: 1) caída de consumo, 2) sustitución por bienes más baratos y 3) sustitución por productos importados”.
En consecuencia, implica que “la caída de consumo sea mayor en valor en dólares que en volumen”.
Para el especialista, “no es prudente proyectar el segundo semestre como una continuación del comportamiento del semestre anterior”, esto se debe a que “los factores que explican la contracción del consumo de este año están vinculados fundamentalmente a la crisis de flujo de efectivo generada por los eventos de corrupción en PDVSA y los intentos de rebolivarización de la economía que generaron el IGTF y las limitaciones de movimiento de las cuentas en dólares de la banca local”.
Flujo de efectivo
Acerca de la crisis de flujo de efectivo, “resulta evidente que las acciones económicas correctivas aplicadas en PDVSA sobre el control de sus exportaciones y cobranzas reducen significativamente el impacto negativo sobre el segundo semestre. Además, la entrada de divisas producida por Chevron ha permitido compensar parcialmente el problema y el suministro de divisas semanal ha mejorado significativamente, lo que permite prever un mayor margen de maniobra para la estabilización cambiaria”.
Pero aclara que “esto no quiere decir que la moneda se estabilizará por completo, ya que al estar claramente sobrevaluada, la presión de devaluación seguirá vigente y en algún momento de este año se manifestará. Sin embargo, su evolución es más controlada y sus movimientos son menos bruscos que en agosto y noviembre del 22”.
Por lo tanto, cree que “es evidente que las condiciones del segundo semestre serán mejores que las del primero. Sin embargo, para consolidar un crecimiento significativo del consumo en el resto del año, que revierta la tendencia que hemos visto hasta ahora, es necesario que se mantengan los flujos de divisas provenientes de Chevron y ojalá de otros países europeos, indios y terceros que puedan contribuir a estabilizar el flujo de divisas, pero que requieren obtener sus autorizaciones formales o informales de la OFAC”.
Más acuerdos
Según Luis Vicente León, también sería conveniente “firmar acuerdos bilaterales de Venezuela con China para formalizar su exportación más allá de la explotación actual de la petrolera oficial china y los mercados informales”.
No obstante, para el experto es vital “eliminar o flexibilizar el IGTF, que lejos de ayudar se ha convertido en un obstáculo y encarecedor de la actividad económica nacional. Asimismo, parece indispensable que el gobierno analice racionalmente los mecanismos que permitan una convivencia saludable entre las dos monedas que circulan de manera formal e informal en el país”.
Finalmente, dijo entender que “no hay espacio para aumentar significativamente los salarios sin una revisión profunda de la legislación laboral, desarrollada para una economía muy distinta a la actual”.
Sin embargo, asegura que “existen mecanismos para aumentar los ingresos laborales sin afectar los costos retroactivos, sin quebrar el sistema económico. Sin una recuperación del ingreso real, no es posible recuperar la economía. Esto no se trata de política, se trata de racionalidad económica”, concluyó.