José Miguel Cabrera y Salvador Pérez son dos de los mejores jugadores de los últimos 20 años, no solo de Venezuela, eso está más que claro, sino de las Grandes Ligas.
Cuando Salvy debutó en 2011, Miggy ya tenía ocho temporadas en las Mayores y tres en la Liga Americana. Desde entonces, al compartir el centro, se enfrentaron innumerables veces, por lo que las charlas y los consejos no faltaron.
“Estoy muy contento de estar aquí como parte de sus últimos seis juegos. Lo vamos a extrañar, su carisma, su forma de jugar y cómo se divierte en el terreno. Le agradezco por todos los consejos que me dio: ‘Sigue trabajando Salvy, no te rindas, eres joven. Espero verte siete años más en las Grandes Ligas'”, dijo Salvador a mlb.com.
La noche del jueves fue de descanso para el maracayero, aunque en la tarde se continuó el juego que se pospuso el miércoles, así que el receptor pudo compartir un día más con Miguel, quien tendrá su último fin de semana de acción en el show.
“Tener la oportunidad de compartir con él fue especial para mí. Él fue el referente para todos los venezolanos en las Grandes Ligas y creo que fuera del béisbol seguirá siéndolo. Con la bendición de Dios, será el próximo miembro del Salón de la Fama. Aprendí muchas cosas de él”, afirmó el carabobeño.
Después de tanto tiempo compartiendo y compitiendo, siendo rivales y compañeros (coincidieron en tres Juegos de Estrellas), siendo líderes de Venezuela en el Clásico Mundial, a partir de ahora le tocará a Salvador llevar la batuta que le entregará Cabrera al terminar su carrera en los próximos días.