Los combates entre Israel y las milicias de Hamás han provocado una serie de asesinatos premeditados de civiles y bombardeos contra barrios residenciales, lo que ha llevado al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) a advertir sobre el aumento de la violencia y el odio en la región. Según la entidad humanitaria, esta situación podría desencadenar un desastre humanitario si no se detienen los ataques.
El CICR, con una amplia experiencia en la zona desde 1967, ha destacado que la escalada de violencia está causando un sufrimiento innecesario a la población civil y ha pedido a las partes involucradas que cumplan con sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario. Esto implica el respeto por la vida y los bienes de los civiles, así como la prohibición de matanzas y secuestros.
Mirjana Spoljaric, presidenta de la CICR, ha instado a las partes a tomar todas las medidas posibles para evitar que los civiles sufran más daños. Según ella, los civiles son quienes pagan el precio más alto en los conflictos. Además, el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, también ha pedido el cese de los ataques dirigidos contra civiles y la liberación inmediata e incondicional de todos los civiles capturados.
En resumen, esta situación de violencia entre Israel y las milicias de Hamás ha llevado al CICR y a la ONU a pedir el respeto del derecho internacional humanitario y a advertir sobre las consecuencias devastadoras que esta escalada de violencia puede tener para la población civil. Es necesario que se tomen medidas urgentes para poner fin a estos ataques y evitar un desastre humanitario.
Con información de efectococuyo.com