El discurso de María Corina Machado ha experimentado una evolución significativa en los últimos años, según analistas políticos. Antes, durante y después de las primarias opositoras, Machado ha cambiado su narrativa para dirigirse no solo a los radicales, sino también a los moderados, al chavismo descontento y a un amplio espectro de la población que busca un cambio político en el país.
Uno de los aspectos más relevantes de esta moderación en su discurso es su postura respecto a las negociaciones con el gobierno de Nicolás Maduro. En un principio, Machado rechazaba y descartaba por completo cualquier tipo de negociación. Sin embargo, ha pasado a afirmar que apoya el proceso de negociación. Según la experta en Comunicación Política, Carmen Beatriz Fernández, este cambio es común a medida que se acerca a una posición de poder, ya que es necesario acercarse a la mayoría de los electores y no solo a los extremos.
Piero Trepiccione, politólogo, señala que Machado ha “madurado políticamente” debido a las experiencias que ha vivido, como la inhabilitación, la prohibición de salida del país y las condiciones de la campaña electoral. Su objetivo principal ahora son las elecciones de 2024 y lograr que sean competitivas. Para ello, ha dosificado su narrativa y ha buscado respaldo político y popular. Trepiccione considera que este proceso de maduración la convierte en una estadista.
Analizemos los momentos clave en la evolución del discurso de María Corina Machado:
Antes de las primarias, Machado rechazaba cualquier negociación con el gobierno de Maduro y criticaba duramente a la oposición aglutinada en el G4. Consideraba que el interinato se socavaba a sí mismo y que los partidos políticos tenían demasiado poder en detrimento de la fuerza de la gente.
Durante las primarias, Machado hablaba de la posibilidad de negociar con sectores del chavismo para una “transición ordenada y progresiva”. También aceptó el respaldo del candidato de Voluntad Popular, Freddy Superlano, a pesar de las críticas que había hecho en el pasado. Este cambio fue considerado como una muestra de amplitud por parte de Machado.
Después de las primarias, Machado ha reafirmado su apoyo a las negociaciones y a mantenerse en la ruta electoral. Considera que el acuerdo de derechos políticos y electorales debe cumplirse y que los venezolanos deben poder elegir a la persona que votaron en las primarias. Para ella, una “transición ordenada” es un discurso más positivo que genera menos miedo en los actores políticos y en los mercados financieros.
Machado también está de acuerdo en que las negociaciones continúen para lograr el cumplimiento de lo acordado en Barbados. Además, apoya la presión internacional a través de sanciones para lograr cambios en el país.
En resumen, el discurso de María Corina Machado ha evolucionado hacia una postura más moderada y abierta a la negociación. Su objetivo principal es lograr unas elecciones competitivas en 2024 y cuenta con un amplio respaldo popular. Su madurez política se ha visto reflejada en su discurso y en su búsqueda de respaldo político y popular.