El conflicto entre Israel y el grupo islamista Hamás ha dejado un saldo devastador durante el último mes. Desde el ataque inicial el 7 de octubre, donde Hamás mató a unas 1.400 personas y secuestró a más de 200, según las autoridades israelíes, los bombardeos continuos y la invasión terrestre por parte de Israel han causado la muerte de más de 10.000 palestinos en Gaza, según las autoridades de la Franja controlada por Hamás.
Diversas organizaciones internacionales, incluyendo la ONU, han pedido un cese el fuego o una pausa humanitaria, pero el gobierno de Israel ha condicionado esta opción a la liberación de los rehenes secuestrados por Hamás. Además, el gobierno de Benjamin Netanyahu busca eliminar las capacidades militares y de gobierno de Hamás para prevenir futuros ataques. Sin embargo, muchos analistas consideran que este objetivo será difícil de alcanzar y que la guerra será larga y cruenta.
Las cifras de víctimas son impactantes. Según las autoridades israelíes, más de 1.400 israelíes y extranjeros han muerto como resultado del ataque de octubre, de los cuales 828 eran civiles y 31 eran menores de edad. Mientras tanto, en Gaza y la Cisjordania ocupada, el número de muertos ha alcanzado cifras sin precedentes. El Ministerio de Salud de Gaza, dirigido por Hamás, informó que más de 10.000 personas han sido asesinadas, incluyendo más de 4.100 niños.
Además de las víctimas mortales, miles de personas han resultado heridas. Según las autoridades israelíes, alrededor de 5.400 personas han sido heridas en Israel, mientras que en Gaza y la Cisjordania ocupada se reportan más de 25.400 heridos. Además, se estima que alrededor de 2.260 personas están desaparecidas en Gaza, la mayoría de ellas posiblemente enterradas bajo los escombros.
El ataque sorpresa de Hamás también ha dejado un gran número de rehenes. Según las autoridades israelíes, alrededor de 242 israelíes y extranjeros, incluyendo más de 30 niños, están siendo mantenidos secuestrados por el grupo militante radical. Hamás afirma que 57 de las personas secuestradas han muerto por ataques israelíes en su territorio.
La guerra también ha provocado un gran número de desplazados en Gaza. Más de 200.000 viviendas han sido dañadas o destruidas, aproximadamente la mitad de los hogares en la Franja, según las autoridades. Se estima que alrededor de 1,5 millones de personas en Gaza están desplazadas internamente y refugiadas en diferentes lugares, como escuelas, iglesias, hospitales y edificios públicos.
Además de las pérdidas humanas, la infraestructura en Gaza ha sufrido un gran impacto. Según el Ministerio de Salud palestino en Gaza, 16 de 35 hospitales y 51 de 76 centros médicos están fuera de servicio. Unas 50 ambulancias han sido dañadas y al menos 175 trabajadores sanitarios han perdido la vida. También se han reportado muertes entre el personal humanitario y de salud de la ONU y periodistas.
La situación humanitaria en Gaza es desesperante. La escasez de alimentos y agua, junto con los riesgos para la salud, hacen que la vida sea extremadamente difícil para los supervivientes. Según la OMS, las familias y los niños de Gaza solo tienen acceso a tres litros de agua por persona al día, muy por debajo del mínimo requerido de 15 litros. Además, la infraestructura de agua y saneamiento está dañada, lo que ha llevado a una disminución del 92% en el consumo de agua en Gaza.
El conflicto entre Israel y Hamás ha causado una catástrofe humanitaria y la situación empeora día a día. Es urgente que la comunidad internacional tome medidas para poner fin a la violencia y brindar ayuda humanitaria a los afectados.
Con información de efectococuyo.com