España está cada vez más cerca de conocer quién gobernará el país durante los próximos cuatro años, pero lo hace en medio de un ambiente de tensión política y social. Después de semanas de intensas negociaciones, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), liderado por el actual presidente en funciones Pedro Sánchez, logró un acuerdo polémico con el partido independentista catalán Junts per Catalunya. Este acuerdo es clave para que Sánchez obtenga los apoyos necesarios en el Parlamento y sea investido nuevamente como presidente del gobierno de España.
A diferencia de la mayoría de los países de América Latina, España tiene un sistema parlamentario. En las elecciones generales, los ciudadanos eligen a los miembros del Parlamento y son ellos quienes votan para formar un gobierno. Para ser investido presidente en un primer intento, se requiere una mayoría absoluta de 176 de los 350 diputados, o una mayoría simple en un segundo intento. El Partido Popular (centro-derecha) de Alberto Nuñez Feijóo ganó las elecciones al ser el más votado, pero no logró la investidura debido a la falta de apoyos de otros partidos. Ahora es el turno de Sánchez, quien cuenta con 122 diputados.
El líder socialista busca repetir el llamado “bloque de investidura”, una coalición heterogénea de grupos de izquierda, nacionalistas e independentistas que facilitaron su ascenso al poder en 2020. Sánchez ya se había asegurado el apoyo de varios grupos, incluyendo el partido independentista catalán ERC. Sin embargo, necesitaba un acuerdo con Junts per Catalunya para obtener los votos definitivos. Este acuerdo ha generado una gran controversia, ya que contempla una amnistía para los condenados por el proceso independentista catalán, que culminó en 2017 con una declaración de independencia unilateral ilegal.
El acuerdo entre el PSOE y Junts per Catalunya incluye la creación de un mecanismo internacional para supervisar el proceso de negociación, una ley de amnistía para los implicados en el proceso independentista, la participación directa de Cataluña en instituciones europeas y la investidura de Pedro Sánchez. Sin embargo, este último punto está sujeto a los avances y al cumplimiento de otros posibles acuerdos que resulten de las negociaciones sobre el referéndum de autodeterminación y las medidas económicas para Cataluña.
El acuerdo ha generado polémica debido a la amnistía propuesta, que algunos consideran como el fin del Estado de Derecho. El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha calificado al posible gobierno de Sánchez como el “gobierno de la mentira” y ha sugerido convocar nuevas elecciones en lugar de apoyar este acuerdo. Incluso miembros históricos del PSOE, como el expresidente Felipe González, han expresado su desacuerdo y han abogado por celebrar nuevas elecciones.
A pesar del acuerdo con los independentistas, Sánchez aún necesita sumar más apoyos en el Congreso de los Diputados para ser investido presidente. El PSOE ya ha cerrado un acuerdo con los nacionalistas vascos del PNV, lo que le asegura un amplio apoyo. Se espera que la votación para la investidura se realice el 15 y 16 de noviembre. Si no se logra la investidura antes del 27 de noviembre, se convocarán nuevas elecciones en enero.
Sin embargo, el probable éxito de Sánchez en la investidura no parece que vaya a acabar con la crispación política y social en España. Además, la propuesta de ley de amnistía enfrentará un proceso legislativo largo y complejo, con mucha oposición y posibles batallas judiciales sobre su validez. Este acuerdo ha sido criticado por diversos sectores políticos y sociales, quienes lo consideran un desafío a la democracia española.
Fuentes:
– Getty Images
– Comunicado de asociaciones de jueces y fiscales en España
Con información de efectococuyo.com