La reducción de los subsidios estatales al transporte y a los servicios públicos, anunciada por el ministro de Economía, Luis Caputo, se aplicará a partir del 1 de enero de 2024, según informó el portavoz de la Presidencia argentina, Manuel Adorni.
En una conferencia de prensa en la Casa Rosada, sede del Ejecutivo del país, Adorni resaltó que esta mejora del 0,7 % del Producto Interno Bruto (PBI) deja aún un tramo de subsidios por resolver en un esquema de tarifas que muchos consideran ridículo.
El gobierno del libertario Javier Milei argumenta que esta medida busca acabar con la inequidad que existe entre el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), que incluye la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano, y el resto del país en cuanto a los subsidios.
El ministro de Economía, Luis Caputo, anunció un paquete de medidas centrado en una fuerte reducción del gasto del Estado para lograr el equilibrio fiscal y frenar la emisión monetaria, la cual ha sido la causa de la elevada inflación en Argentina, según el diagnóstico del nuevo Ejecutivo.
“Vamos a reducir subsidios a la energía y al transporte. Hoy el Estado sostiene artificialmente precios bajísimos en tarifas energéticas y de transporte a través de subsidios”, dijo Caputo.
El ministro también destacó que estos subsidios no son gratuitos, ya que se pagan con inflación.
El subsidio al transporte ha sido uno de los temas más cuestionados durante la pasada campaña electoral, especialmente por los políticos del interior del país. La diferencia en el precio del boleto de transporte público entre el Área Metropolitana de Buenos Aires y otras ciudades importantes como Rosario o Córdoba puede llegar a cuadruplicarse.
Entre las medidas anunciadas por Caputo también se incluye la no renovación de contratos laborales menores a un año en el Estado, la suspensión de la publicidad oficial en los medios de comunicación, la reducción del número de ministerios y secretarías de Gobierno, el recorte de las transferencias del Estado nacional a las provincias y la suspensión de nuevas licitaciones de obras públicas.
Además, se llevará a cabo una devaluación del 50 % en el tipo de cambio oficial, pasando de 400 pesos por dólar estadounidense a 800 pesos por unidad.
Con información de efectococuyo.com