Los demócratas buscan el apoyo de los republicanos en el Congreso para aprobar un paquete millonario de ayuda a Ucrania e Israel, y para lograrlo están proponiendo reanudar las expulsiones en caliente en la frontera y otras medidas restrictivas a la migración. Fuentes cercanas a las negociaciones informaron a EFE que un grupo de senadores demócratas ha estado dialogando con representantes conservadores en busca de su apoyo para el paquete presupuestario de aproximadamente 106.000 millones de dólares.
Las conversaciones han contado con la participación de funcionarios de la Administración de Joe Biden, incluyendo al secretario del Departamento de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas. Durante estas negociaciones, se ha planteado la posibilidad de implementar una nueva norma que permita las expulsiones en caliente de migrantes en la frontera, similar al polémico Título 42 utilizado durante la pandemia de COVID-19 y que fue levantado en mayo de este año.
Según las fuentes, esta medida entraría en vigor cuando se alcance un número específico de detenciones diarias de indocumentados y evitaría que los migrantes soliciten asilo en la frontera con México. Actualmente, bajo la ley de asilo vigente adoptada después de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos se compromete a brindar protección a las personas que no pueden regresar a sus países debido al temor de persecución por razones de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social u opinión política. Sin embargo, también es requisito que estas personas estén en suelo estadounidense para obtener dicha protección.
Además de las expulsiones en caliente, se están considerando otras medidas en las negociaciones, como expandir a nivel nacional el poder de las autoridades para deportar a personas sin necesidad de pasar por un juez de migración y retener a los migrantes y solicitantes de asilo en centros de detención mientras se resuelven sus casos.
Ante la consulta de EFE sobre estas propuestas, la Casa Blanca no confirmó la información y señaló que el presidente está dispuesto a comprometerse si los negociadores en el Senado continúan trabajando para lograr un paquete con apoyo bipartidista.
La Administración de Biden había prometido revertir las políticas restrictivas a la migración y al asilo impuestas por el expresidente republicano Donald Trump. Sin embargo, debido al aumento histórico en el movimiento de personas en todo el continente, el Gobierno ha dado marcha atrás en esta postura, lo que ha generado fuertes críticas por parte de organizaciones defensoras de los derechos humanos.
“Es profundamente desalentador ver al Gobierno de Biden participar en estas negociaciones dañinas y es una traición a las promesas de campaña del presidente de restaurar nuestro sistema de asilo”, expresó Robyn Barnard, directora para el programa de refugiados de la organización Human Rights First, en una entrevista con EFE.
Cabe destacar que la Casa Blanca advirtió recientemente que, a finales de año, el Gobierno estadounidense no contará con suficiente dinero para apoyar a Ucrania en su lucha contra Rusia y para adquirir más armas para Kiev.
Con información de efectococuyo.com