El papa Francisco expresó su preocupación por la difícil situación que enfrentan los miles de migrantes que cruzan la peligrosa selva del Darién entre Colombia y Panamá, y llamó a una respuesta humanitaria para evitar esta trágica realidad.
Durante su discurso del Ángelus en el día de su 87 cumpleaños, el papa recordó a las familias con niños que se aventuran a recorrer peligrosos caminos engañados por aquellos que les prometen una ruta breve y segura, solo para ser maltratados y robados. El papa enfatizó que no se puede permitir que los migrantes pierdan la vida en esa selva y urgió a los países involucrados y a la comunidad internacional a unirse para evitar que esta tragedia sea silenciada y ofrecer una respuesta humanitaria.
El Tapón del Darién, una región selvática que separa América del Sur de América Central, se ha convertido en una de las rutas más transitadas y peligrosas para los migrantes. En esta región, además de enfrentarse a los peligros naturales de la selva, los migrantes también están expuestos a la violencia debido a la presencia de redes de tráfico de personas que extorsionan y secuestran. Los migrantes más comunes en esta ruta son venezolanos, haitianos y ecuatorianos.
Recientemente, las autoridades colombianas detuvieron a nueve personas que formaban parte de una red de transportadores que traficaba con migrantes desde las fronteras con Ecuador y Venezuela hasta el municipio de Necoclí. Estas personas habían transportado al menos 294 migrantes, de los cuales 54 lograron llegar a Estados Unidos. La red traficaba migrantes de diversas nacionalidades, incluyendo cubanos, haitianos, venezolanos, chinos, somalíes, indios, afganos y pakistaníes.
La situación en el Tapón del Darién es alarmante y requiere una respuesta urgente y coordinada por parte de los países involucrados y la comunidad internacional. La seguridad y el bienestar de los migrantes deben ser prioritarios, y es necesario tomar medidas para prevenir el tráfico de personas y garantizar una respuesta humanitaria que proteja sus derechos y dignidad.
Con información de efectococuyo.com