En su visita número 166, la sagrada imagen de la Divina Pastora fue trasladada en procesión desde su santuario en el pueblo de Santa Rosa, estado Lara, hasta la Catedral Metropolitana de Barquisimeto. Miles de devotos recibieron llenos de emoción a su patrona en este tradicional evento religioso.
El recorrido de la Divina Pastora de las Almas comenzó a las 11:20 de la mañana, después de una misa de despedida en Santa Rosa. En su trayecto hacia la catedral, la procesión hizo varias paradas, incluyendo Avenida Lara con Leones, Plaza Macario Yépez, Avenida Venezuela con Morán, Avenida Venezuela con calle 26 y la Catedral de Barquisimeto. En total, el peregrinaje abarcó 7,5 kilómetros. Los devotos recibieron a la advocación mariana con aplausos, cantos, oraciones, flores, velas y pañuelos. Además, la Divina Pastora tiene planeado visitar 62 parroquias en los próximos 70 días.
Desde la noche anterior, los fieles se congregaron en vigilia en el pueblo de Santa Rosa para participar en el tradicional peregrinaje. Como parte de las actividades, atletas profesionales y aficionados recorrieron 9 kilómetros desde El Obelisco de Barquisimeto hasta Santa Rosa, en un acto que simboliza el encuentro de los deportistas con la Divina Pastora.
Con el fin de garantizar la seguridad de los asistentes, el ministro de Interior y Justicia, Remigio Ceballos, anunció el despliegue de más de 10.000 funcionarios.
Origen de la devoción
La devoción a la Divina Pastora de las Almas comenzó en el año 1740, cuando el vicario de la iglesia de la Inmaculada Concepción en Barquisimeto intentó incorporar una imagen de la Divina Pastora a su iglesia. Sin embargo, debido a un error, la imagen de la Divina Pastora terminó en la parroquia de Santa Rosa y la imagen de la Inmaculada Concepción en la parroquia Concepción.
El párroco, al darse cuenta del error, ordenó el traslado de la imagen mariana a Barquisimeto. Sin embargo, el cajón que llevaba a la Virgen era demasiado pesado y resultó imposible levantarlo. Este acontecimiento fue interpretado como una señal divina para que la Divina Pastora se quedara en Santa Rosa.
Otro hecho que fortaleció la veneración a la Divina Pastora fue el terremoto de 1812. Cuando el templo de Santa Rosa se derrumbó por completo, excepto el nicho donde se encontraba la virgen.
En 1855, durante la epidemia de cólera en Barquisimeto, el padre Macario Yépez convocó a una rogativa el 14 de enero en Tierritas Blancas, donde se encontraba la llamada “Cruz Salvadora”. Yépez solicitó llevar la imagen de la Divina Pastora desde Santa Rosa y la del Nazareno desde la iglesia de la Concepción. Cuando las dos imágenes se encontraron, el padre Yépez y el presbítero José María Raldiriz oficiaron una ceremonia mientras los feligreses imploraban el fin de la epidemia. A partir de ese día, la intensidad de la epidemia comenzó a disminuir y hubo menos víctimas.
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