“En Venezuela secuestraron a otro exmilitar que entregó el nombre de mi esposo”.
Eran las 3.10 de la madrugada del 21 de febrero cuando tres falsos policías llegaron hasta el departamento del exmilitar venezolano, Ronald Ojeda, en la comuna de Independencia. El teniente (R) disidente del régimen de Nicolás Maduro no estaba sólo, sino que acompañado de su esposa y sus dos hijos.
En sus comparecencias ante la policía -a las cuales tuvo acceso La Tercera– la mujer relató que fueron minutos de terror, como también cómo comenzó la historia de ambos en Chile, tras salir de Venezuela.
“Se fugó de la cárcel luego de un traslado hacia el tribunal, el 30 de noviembre del 2017, lo cual fue aprovechado por otras cuatro personas más”, partió detallando, el mismo día del secuestro, ante un detective de la PDI.
Seguido de eso, la pareja del asesinado exfuncionario militar detalló que tras dejar la cárcel en Venezuela, se fueron a Perú. Lugar en el que permanecieron hasta noviembre del 2018, cuando ingresaron a Chile “solicitando asilo político presencialmente ante la entidad correspondiente, el cual nos fue otorgado con el tiempo”.
La sospecha del secuestro político
Ya consulta sobre la noche en la que sucedió el secuestro, la mujer declaró que al ver a los supuestos funcionarios de la policía civil “comencé a gritar, pidiendo que no se lo llevaran, sin embargo, uno de esos sujetos me dijo que eran de la PDI, pero inmediatamente me di cuenta que no eran policías, escuchando un acento venezolano, lo cual me hizo pensar que se debía a otro problema, en particular al conflicto político que tuvo mi marido en Venezuela”.
“No tuve la oportunidad de observar bien a las personas que ingresaron al departamento, oyendo por sus acentos que eran venezolanos y que estaban vestidos con pantalones de color café. De la misma forma, noté que se llevaron los equipos telefónicos de Ronald y de mi hijo (…) no me solicitaron dinero ni especies de valor”.
La sospecha de motivo político al que hizo mención, lo explicó porque según declaró, a través de amigos y noticias de Venezuela sabía que en diciembre del 2023 “en ese país secuestraron a otro ex militar, a quien conozco, quien entregó información relacionado al movimiento que quiso derrocar el actual gobierno, entregando el nombre de mi esposo y otros más”.
Además de eso, detalló que “supimos que a otro compañero de Ronald, que estaba en Panamá, a quien conozco, lo secuestraron hace unos años atrás de una forma similar a como se llevaron a mi esposo, subiéndolo a un avión privado y trasladándolo a Venezuela, donde permaneció oculto por un tiempo y luego lo llevaron a una cárcel”.
Ya concluyendo esa parte de su comparecencia, Castillo afirmó que se acercó tras lo ocurrido a hablar con el conserje del edificio, “quien me señaló que había conversado con una persona vestida de policía con acento chileno, quien le mostró un documento y bajo esa situación no exigió ningún otro de antecedente ni nombre de las personas que se encontraban ahí”.
El capitán Hevia
Dos días después de su declaración inicial, tras el secuestro, la pareja del exmilitar Ronald Ojeda volvió a comparecer ante la policía civil. Esto al señalar que tenía “nuevos antecedentes que quiero aportar a la investigación”.
Castillo detalló que Ojeda tenía siete hermanos, uno de ellos llamado Germán. “Él es militar activo del gobierno de Venezuela, dicha persona no mantiene buena relación con mi pareja, dado que tienen diferentes ideales en relación al mandato que debería de tener Venezuela”.
Además eso, aseguró que hasta diciembre del 2023, Ojeda mantenía contacto con el excapitán Anyelo Heredia, un reconocido disidente venezolano. Respecto a esa relación, Castillo sostuvo que Heredia “le pedía consejos e ideas para poder entrar a Venezuela y montar una operación para revocar al gobierno de Nicolás Maduro, de la misma forma, cuando el capitán vivía en Estados Unidos, en tres ocasiones nos envió entre $100.000 a $200.000 y en una oportunidad nos envió aproximadamente $1.000.000, ya que nos estábamos cambiando de casa, además de que mi esposo no trabajaba y solo lo ayudaba con dicha planificación, por lo que recibía el dinero”.
Sin embargo, Heredia fue detenido por el régimen en diciembre de 2023, mientras estaba en la frontera de Venezuela con Colombia. “Debido a eso le dije a mi pareja que debía de cortar todo tipo de contacto con el capitán, su novia, familia y las otras personas que estaban organizando el plan para revocar el gobierno actual”.
La actividad laboral de Ojeda
Junto con lo anterior, Castillo también entregó más detalles respecto al trabajo que realizaba Ojeda en el país. “Sé que hace 1 año aproximadamente se dedicaba al envío de remesas, que consiste en que Ronald recibía las transferencias bancarias a su Cuenta Rut del Banco Estado y a su cuenta corriente del Banco Chile, para luego enviarle el dinero a su amigo Alfredo para que él hiciera los contactos y poder depositar el dinero a las personas de Venezuela, cabe mencionar que también enviaba dinero a otros países, ya que utilizaban criptomonedas”.
En esa línea, la pareja del exmilitar asesinado sostuvo que en enero pasado “encontró trabajo como vigilante de control de cámaras en la empresa de seguridad, quien trabajaba en modalidad de 4 x 4, trabajando 4 noches seguidas y descansando otros 4 días”.
Tras el secuestro la mujer se comunicó con “Alfredo”, quien le mencionó que “ya había visto las noticias y que tenía miedo de que también lo podían secuestrar, además me dijo que él pensaba que las personas que estaban detrás de todo esto, era el gobierno de Venezuela. Alfredo sé que también era de su promoción militar y estaba en contra del gobierno, pero dejo de participar de reuniones ya que quería hacer una vida normal”.
A casi un mes del secuestro del teniente (R) Ojeda, ahora los investigadores trabajan en establecer quiénes fueron los autores intelectuales y materiales del crimen.
Justamente, es su esposa Josmarghy Castillo (31), quien recuerda el minuto a minuto de esa madrugada, lo cual detalló en dos ocasiones a los investigadores del caso.
En sus comparecencias ante la policía -a las cuales tuvo acceso La Tercera– la mujer relató que fueron minutos de terror, como también cómo comenzó la historia de ambos en Chile, tras salir de Venezuela.
“Se fugó de la cárcel luego de un traslado hacia el tribunal, el 30 de noviembre del 2017, lo cual fue aprovechado por otras cuatro personas más”, partió detallando, el mismo día del secuestro, ante un detective de la PDI.
Seguido de eso, la pareja del asesinado exfuncionario militar detalló que tras dejar la cárcel en Venezuela, se fueron a Perú. Lugar en el que permanecieron hasta noviembre del 2018, cuando ingresaron a Chile “solicitando asilo político presencialmente ante la entidad correspondiente, el cual nos fue otorgado con el tiempo”.
La sospecha del secuestro político
Ya consulta sobre la noche en la que sucedió el secuestro, la mujer declaró que al ver a los supuestos funcionarios de la policía civil “comencé a gritar, pidiendo que no se lo llevaran, sin embargo, uno de esos sujetos me dijo que eran de la PDI, pero inmediatamente me di cuenta que no eran policías, escuchando un acento venezolano, lo cual me hizo pensar que se debía a otro problema, en particular al conflicto político que tuvo mi marido en Venezuela”.
“No tuve la oportunidad de observar bien a las personas que ingresaron al departamento, oyendo por sus acentos que eran venezolanos y que estaban vestidos con pantalones de color café. De la misma forma, noté que se llevaron los equipos telefónicos de Ronald y de mi hijo (…) no me solicitaron dinero ni especies de valor”.
La sospecha de motivo político al que hizo mención, lo explicó porque según declaró, a través de amigos y noticias de Venezuela sabía que en diciembre del 2023 “en ese país secuestraron a otro ex militar, a quien conozco, quien entregó información relacionado al movimiento que quiso derrocar el actual gobierno, entregando el nombre de mi esposo y otros más”.
Además de eso, detalló que “supimos que a otro compañero de Ronald, que estaba en Panamá, a quien conozco, lo secuestraron hace unos años atrás de una forma similar a como se llevaron a mi esposo, subiéndolo a un avión privado y trasladándolo a Venezuela, donde permaneció oculto por un tiempo y luego lo llevaron a una cárcel”.
Ya concluyendo esa parte de su comparecencia, Castillo afirmó que se acercó tras lo ocurrido a hablar con el conserje del edificio, “quien me señaló que había conversado con una persona vestida de policía con acento chileno, quien le mostró un documento y bajo esa situación no exigió ningún otro de antecedente ni nombre de las personas que se encontraban ahí”.
El capitán Hevia
Dos días después de su declaración inicial, tras el secuestro, la pareja del exmilitar Ronald Ojeda volvió a comparecer ante la policía civil. Esto al señalar que tenía “nuevos antecedentes que quiero aportar a la investigación”.
Castillo detalló que Ojeda tenía siete hermanos, uno de ellos llamado Germán. “Él es militar activo del gobierno de Venezuela, dicha persona no mantiene buena relación con mi pareja, dado que tienen diferentes ideales en relación al mandato que debería de tener Venezuela”.
Además eso, aseguró que hasta diciembre del 2023, Ojeda mantenía contacto con el excapitán Anyelo Heredia, un reconocido disidente venezolano. Respecto a esa relación, Castillo sostuvo que Heredia “le pedía consejos e ideas para poder entrar a Venezuela y montar una operación para revocar al gobierno de Nicolás Maduro, de la misma forma, cuando el capitán vivía en Estados Unidos, en tres ocasiones nos envió entre $100.000 a $200.000 y en una oportunidad nos envió aproximadamente $1.000.000, ya que nos estábamos cambiando de casa, además de que mi esposo no trabajaba y solo lo ayudaba con dicha planificación, por lo que recibía el dinero”.
Sin embargo, Heredia fue detenido por el régimen en diciembre de 2023, mientras estaba en la frontera de Venezuela con Colombia. “Debido a eso le dije a mi pareja que debía de cortar todo tipo de contacto con el capitán, su novia, familia y las otras personas que estaban organizando el plan para revocar el gobierno actual”.
La actividad laboral de Ojeda
Junto con lo anterior, Castillo también entregó más detalles respecto al trabajo que realizaba Ojeda en el país. “Sé que hace 1 año aproximadamente se dedicaba al envío de remesas, que consiste en que Ronald recibía las transferencias bancarias a su Cuenta Rut del Banco Estado y a su cuenta corriente del Banco Chile, para luego enviarle el dinero a su amigo Alfredo para que él hiciera los contactos y poder depositar el dinero a las personas de Venezuela, cabe mencionar que también enviaba dinero a otros países, ya que utilizaban criptomonedas”.
En esa línea, la pareja del exmilitar asesinado sostuvo que en enero pasado “encontró trabajo como vigilante de control de cámaras en la empresa de seguridad, quien trabajaba en modalidad de 4 x 4, trabajando 4 noches seguidas y descansando otros 4 días”.
Criptomonedas, depósitos desde EE.UU. y un préstamo irregular: Fiscalía mira con lupa las finanzas del teniente (R) Ojeda
Tras el secuestro la mujer se comunicó con “Alfredo”, quien le mencionó que “ya había visto las noticias y que tenía miedo de que también lo podían secuestrar, además me dijo que él pensaba que las personas que estaban detrás de todo esto, era el gobierno de Venezuela. Alfredo sé que también era de su promoción militar y estaba en contra del gobierno, pero dejo de participar de reuniones ya que quería hacer una vida normal”.
A casi un mes del secuestro del teniente (R) Ojeda, ahora los investigadores trabajan en establecer quiénes fueron los autores intelectuales y materiales del crimen.