La Franja de Gaza ha sido escenario de seis meses de guerra que han dejado aproximadamente 33.000 muertos, cientos de miles de desplazados, y una catástrofe humanitaria sin precedentes. A pesar de los incansables esfuerzos de mediadores como Egipto, Catar y Estados Unidos, las esperanzas de alcanzar una tregua se desvanecen.
Desde el inicio de la violencia el 7 de octubre, Israel y el grupo islamista Hamás solo han acordado un breve alto el fuego de una semana a finales de noviembre, que permitió el intercambio de rehenes y palestinos encarcelados en Israel.
La ruptura de ese alto el fuego por acusaciones cruzadas y la incapacidad de otros actores para lograr una nueva pausa humanitaria reflejan los fracasos en la mediación del conflicto.
Pérdida de influencia de EEUU
Estados Unidos, principal garante de Israel, ha buscado soluciones para evitar ataques como los ocurridos el 7 de octubre, que dejaron alrededor de 1.200 muertos en territorio israelí. La posición estadounidense de apoyo incondicional a Israel se ha ido matizando y endureciendo con el tiempo, en medio de presiones políticas internas y relaciones tensas entre Joe Biden y Benjamín Netanyahu.
La abstención de EE.UU en el Consejo de Seguridad de la ONU a fines de marzo permitió la aprobación de una resolución que exige un alto el fuego inmediato, tras haber vetado peticiones similares en ocasiones anteriores.
Israel continúa con políticas cuestionadas por la comunidad internacional, pero mantiene su acceso al armamento estadounidense y su respaldo en foros internacionales.
Egipto y Catar, los pilares
Egipto y Catar han sido fundamentales en los intentos de mediación entre Israel y Hamás. Mientras Egipto ejerce como mediador histórico, Catar destaca por sus buenas relaciones con EE.UU y por albergar una oficina política de Hamás desde hace una década.
Egipto controla el único paso fronterizo de la Franja, por donde llega la ayuda humanitaria al territorio.
Las negociaciones indirectas entre las partes en presencia de diplomáticos y jefes de Inteligencia de Egipto, Catar, Israel y Estados Unidos no han dado frutos hasta el momento.
Diferencias insalvables
Las negociaciones entre Israel y Hamás se han estancado en torno a una tregua inicial de seis semanas que incluiría un intercambio de prisioneros, pero las diferencias persisten.
Hamás busca la liberación de rehenes, mientras que Israel insiste en la liberación de presos palestinos a cambio. El grupo islamista exige un alto el fuego integral en la Franja, algo que Israel considera “delirante”.
Con información de efectococuyo.com