Un millar de migrantes, que esta semana llegaron a la mexicana Ciudad Juárez en el tren conocido como ‘La Bestia’, se encuentran en una situación de incertidumbre al deambular a lo largo de 10 kilómetros del río Bravo, que marca la frontera entre Juárez y El Paso, Texas, con la esperanza de cruzar hacia Estados Unidos.
Luis Ortiz, proveniente de Venezuela, llegó recientemente a Ciudad Juárez en ‘La Bestia’ y se dirigió directamente hacia el río Bravo en busca de una oportunidad para cruzar. Manifestó su preocupación por la falta de apoyo de las autoridades y la peligrosidad de ciertas zonas, lo que dificulta su avance hacia el país vecino.
La falta de infraestructuras y recursos ha llevado a que estos migrantes se encuentren desprotegidos, sin cobijas ni campamentos, a diferencia de otras zonas fronterizas donde la situación es diferente.
En un esfuerzo por viajar de manera segura, los migrantes buscan agruparse en números considerables para evitar ser detenidos o bajados de ‘La Bestia’ por la fuerza, lo que les obligaría a correr por el desierto para evitar ser capturados.
La presión por la migración se ve agravada este año debido a las elecciones presidenciales tanto en Estados Unidos como en México. Los enfrentamientos con la Guardia Nacional de Texas y las dificultades para cruzar la peligrosa frontera con alambradas de navajas son solo algunos de los obstáculos que enfrentan los migrantes en su búsqueda de una vida mejor.
La incertidumbre y la esperanza se entremezclan en las historias de estos migrantes, quienes luchan por un futuro más próspero mientras enfrentan obstáculos y desafíos en su camino hacia Estados Unidos.
Con información de efectococuyo.com