El Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh), junto a un panel académico, empresarial y político, presentó un documento en el que expresan su preocupación por la situación migratoria de miles de personas en el país.
Con el texto, titulado “Fui forastero y me recibieron (Mt 25, 35)”, desean contribuir a que Chile alcance una mirada cristiana de la migración.
Los obispos subrayaron la importancia de abordar la migración desde una perspectiva de solidaridad y acogida, fundamentada en los principios de la fe cristiana. Mostraron su preocupación por el “creciente sentimiento desfavorable hacia la migración entre los chilenos”.
La presentación tuvo lugar en las oficinas del Instituto Católico Chileno de Migración (INCAMI), ubicadas en la Parroquia Latinoamericana en Providencia.
En la instancia participaron grupos de la sociedad civil y del Estado que trabajan en temas migratorios, incluyendo a Juan Pablo Ramaciotti, director ejecutivo del Centro de Políticas Migratorias; Felipe Harboe, abogado y exsenador; y Francisco Jiménez, integrante de la Unión Social de Empresarios Cristianos (USEC).
Uno de los puntos destacados fue la solicitud de los obispos a las autoridades y actores sociales para favorecer estrategias eficaces de regularización migratoria.
Sergio Pérez de Arce, Arzobispo electo de Concepción, mencionó que “pedimos a las autoridades que favorezcan estrategias eficaces que permitan la regularidad migratoria de las personas que hoy están en condición irregular y no tienen problemas penales o delictuales”.
Enfatizó que la regularización no implica incentivar la migración irregular, sino establecer condiciones claras para que los migrantes puedan integrarse de manera segura y aportar a la sociedad chilena.
“Un migrante regular es alguien que adquiere más autonomía, queda menos expuesto a situaciones de vulnerabilidad y es un mejor aporte para la sociedad que lo recibe“, destacó Pérez de Arce.
Llamado a mejorar percepción
Juan Pablo Ramaciotti añadió que es crucial manejar las percepciones sobre la migración y tener políticas públicas que afronten las dificultades desde las evidencias.
“Hay que tener políticas públicas, tener acción desde la sociedad civil o desde el mundo religioso, desde la Iglesia, que puedan hacerse cargo de situaciones difíciles, pero desde las evidencias”, indicó.
Desde el ámbito empresarial, Francisco Jiménez resaltó la importancia de regularizar a los migrantes para integrarlos al mercado laboral. “La empresa contribuye a la construcción del tejido social y el país es mejor con la migración”, afirmó.
Rol de la Iglesia en materia migratoria
Se presentaron también testimonios de migrantes beneficiados por los servicios de INCAMI, como el caso de Verónica Moreno, una migrante venezolana que encontró orientación en INCAMI para su trámite de visa.
“Este es un lugar donde puedo encontrar una respuesta concreta y certera de lo que tengo que hacer“, compartió Moreno.
En la presentación del libro estuvieron presentes varios miembros de la Conferencia Episcopal de Chile, incluyendo a monseñor René Rebolledo, monseñor Ignacio Ducasse y monseñor Sergio Pérez de Arce, entre otros.