Estados Unidos ha tomado medidas drásticas contra la banda criminal venezolana conocida como El Tren de Aragua, al sancionar sus actividades y declararlos como una organización delictiva transnacional. Además, el gobierno estadounidense ofrece una recompensa millonaria por la captura de los cabecillas de esta agrupación.
La Oficina para el Control de Activos Extranjeros (Ofac) del Departamento del Tesoro de EE. UU. ha designado al Tren de Aragua como una amenaza para las comunidades americanas, lo que ha llevado a ofrecer una suma de hasta 12 millones de dólares por los líderes de la banda, quienes se encuentran en paradero desconocido desde la intervención de la cárcel de Tocorón en septiembre de 2023, donde ninguno de los cabecillas fue encontrado.
Recompensas por los líderes del Tren de Aragua
Por Héctor “El Niño” Guerrero, uno de los principales líderes del grupo, se ofrece una recompensa de 5 millones de dólares. Para Yohan José Romero, alias “Joan Petrica”, la suma asciende a 4 millones de dólares. Finalmente, se otorgan 3 millones de dólares a quien proporcione información sobre la ubicación de Giovanny San Vicente, alias “Giovanny”. En total, las recompensas por estos tres cabecillas alcanzan los 12 millones de dólares.
Además de las sanciones impuestas, todas las propiedades e intereses de la banda en Estados Unidos o en manos de ciudadanos estadounidenses deben ser bloqueados y reportados a la Ofac. Estas medidas también se aplican a cualquier individuo que mantenga relaciones con el grupo, involucrado en actividades ilícitas como minería ilegal, tráfico de drogas, trata de personas, extorsiones y homicidios.
En Venezuela, el Ministerio de Relaciones Interiores, Justicia y Paz ha incluido a estos tres cabecillas del Tren de Aragua en la lista de los 10 criminales más buscados en el país. Asimismo, países como Colombia y Chile están llevando a cabo investigaciones contra los miembros de la banda, quienes han extendido sus operaciones a estas naciones en los últimos años.
La expansión del Tren de Aragua se ha visto favorecida por la migración masiva de venezolanos a partir de 2018, aprovechando la vulnerabilidad de esta población para extorsionar y explotarlos sexualmente.