La Asamblea Nacional, controlada por el chavismo, presentó hoy un proyecto de acuerdo en el que insta al Gobierno a “evaluar” la ruptura de las relaciones diplomáticas y comerciales con España. Esto surge como respuesta a la decisión del Congreso español de reconocer a Edmundo González Urrutia, exiliado en España, como presidente electo.
El documento, leído durante la sesión, urge al Ejecutivo nacional a que considere la posibilidad de romper relaciones con el Reino de España como una acción recíproca por lo que se considera una proposición “grosera e injerencista” del Congreso español en contra de la constitucionalidad venezolana.
El pasado 11 de septiembre, el Congreso español aprobó una proposición no de ley que pedía al Gobierno el reconocimiento de González Urrutia como presidente electo de Venezuela. Esto generó rechazo por parte de la Asamblea Nacional, que calificó la resolución como promovida por la “derecha fascista” del país europeo y exhortó a los parlamentarios españoles a respetar la decisión del pueblo venezolano que eligió soberanamente a Maduro como presidente reelecto en las elecciones del 28 de julio.
La oposición mayoritaria y buena parte de la comunidad internacional han cuestionado los resultados de esas elecciones, exigiendo la publicación de las actas. La Asamblea Nacional considera la decisión del Congreso español como un intento por desconocer la institucionalidad democrática de Venezuela y la voluntad soberana de su pueblo.
En el proyecto presentado, se menciona que la “ultraderecha española” ha dado refugio a criminales, fascistas y terroristas que han promovido golpes de Estado fallidos en Venezuela. Se rechaza cualquier intervención extranjera en asuntos internos del país.
El presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, solicitó la redacción de esta resolución para instar al Ejecutivo a romper todas las relaciones diplomáticas, consulares, económicas y comerciales con España. Rodríguez exige que se detengan todas las actividades comerciales de empresas españolas en Venezuela como respuesta a lo que considera un atropello por parte de España.