Con poco más de 80 días desde la elección presidencial del 28 de julio pasado, Venezuela se prepara para un nuevo hito que podría marcar el futuro político del país: el 10 de enero de 2025. En esta fecha está previsto que el nuevo presidente nacional preste juramento, liderando el Estado hasta el año 2031.
Tanto Nicolás Maduro, proclamado presidente reelecto por el Consejo Nacional Electoral (CNE), como Edmundo González Urrutia, su principal contendiente en las últimas elecciones y a quien la oposición le atribuye la victoria del 28 de julio, han expresado su intención de juramentarse ante la Asamblea Nacional (AN).
En una entrevista reciente con CNN en Español, González Urrutia aclaró: “Mi juramentación es ante la Asamblea Nacional en Venezuela” al ser cuestionado sobre la posibilidad de jurar en el exilio desde Madrid, donde se encuentra desde el 8 de septiembre.
Por otro lado, Maduro anunció que ya ha recibido la invitación por parte del Parlamento, de mayoría chavista, para llevar a cabo su asunción en enero. “Asistiré formalmente al cumplimiento del juramento constitucional”, reiteró, destacando la base de su mandato en una “democracia profunda, directa, popular y socialista”.
Analistas consideran que las opciones de que González Urrutia asuma el poder son limitadas, ya que el gobierno actual mantiene el control de las instituciones y las Fuerzas Armadas venezolanas. Según el analista político Pablo Quintero, “no hay forma, hasta la fecha, en que el gobierno permita que Edmundo González asuma el poder”.
Escenario diferente
Benigno Alarcón, director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello, plantea un escenario distinto al esperado, donde los resultados de las elecciones del 28 de julio podrían cambiar el panorama político del país.
Alarcón destaca la incertidumbre que rodea al 10 de enero y cómo este evento podría marcar un cambio en el equilibrio político actual, generando una situación más delicada para el gobierno. Se espera que la reactivación del país después del receso navideño sea un punto de inflexión en medio de un ambiente de incertidumbre generalizada.
Incertidumbre marca el 10 de enero
El posible juramento de Maduro como presidente ante la Asamblea Nacional podría llevar a un escenario de “no reconocimiento” por parte de actores clave de la comunidad internacional. Quintero anticipa que esto podría generar un panorama similar al del gobierno interino de Juan Guaidó, con países que no lo reconocen y otros que mantienen posturas ambiguas.
Este escenario de incertidumbre plantea desafíos tanto para la oposición democrática como para el gobierno actual, y el futuro político de Venezuela sigue siendo una incógnita más allá del 10 de enero.