La representación proporcional, que se traduce en el equilibrio justo entre el número de votos obtenidos en las elecciones y los cargos asignados en los cuerpos legislativos, sigue siendo una aspiración expresada por expertos y ONG que han abogado por reformas electorales en Venezuela en busca de procesos comiciales más democráticos.
La falta de atención a este principio ha permitido que tanto la oposición como el gobierno arrasen en las elecciones parlamentarias de 2010, 2015 y 2020, dejando de lado a las minorías.
A pesar del contexto de las elecciones presidenciales del 28 de julio, con denuncias de fraude electoral y la proclamación de Nicolás Maduro como ganador, algunos proponen introducir cambios en la normativa electoral durante el proceso convocado por la Asamblea Nacional con mayoría chavista.
El consultor electoral Aníbal Sánchez, quien participa en las discusiones en la AN de 2020, destacó la importancia de la representación proporcional como un equilibrio necesario para una justicia social y electoral.
En una sociedad democrática, el respeto a las minorías implica pluralidad y reconocimiento de las ideas de cada organización, según resaltó el experto.
Por su parte, la Constitución nacional en su artículo 63 establece el derecho al sufragio y señala que la ley debe garantizar el principio de la personalización del sufragio y la representación proporcional, algo que, según expertos y partidos políticos, no se ha cumplido.
El sistema mayoritario, donde el ganador se lleva todo, ha permitido que en elecciones anteriores se obtengan resultados desproporcionados en la asignación de cargos legislativos en relación a los votos recibidos.
En las elecciones parlamentarias de 2020, la oposición se abstuvo de participar debido a la intervención de partidos políticos y dirigentes, lo que resultó en una sobrerrepresentación de ciertos sectores políticos.
Expertos como Aníbal Sánchez señalan la importancia de revisar el sistema electoral para garantizar una representación proporcional justa y equitativa para todas las organizaciones políticas y minorías.
En conclusión, la búsqueda de una representación proporcional efectiva en Venezuela sigue siendo un desafío, pero con las reformas adecuadas y el compromiso de todas las partes, es posible avanzar hacia un sistema electoral más equitativo y democrático.