El huracán Rafael, de categoría 3, dejó un rastro de destrucción en La Habana, Cuba. Derrumbes de viviendas, árboles caídos, postes eléctricos en el suelo e inundaciones en sótanos son solo algunas de las consecuencias. Sin embargo, lo más preocupante es el nuevo apagón total cuyo final aún es incierto.
En el barrio de Centro Habana, en la calle Consulado, una pared de cuatro pisos se desplomó debido a vientos superiores a los 100 kilómetros por hora y fuertes lluvias. A pesar de la tragedia, dos niños juegan entre los escombros mientras los adultos muestran desesperanza y preocupación.
María Caridad Madam Víctores, residente del sótano de la casa colapsada, relata cómo la estructura cedió sin causar heridos, pero dejando pérdidas materiales significativas para las cuatro familias afectadas.
En cuanto a los daños generales en La Habana, se contabilizaron 461 derrumbes totales y parciales en viviendas, escuelas y hospitales. Las autoridades advierten que esta cifra podría aumentar a medida que se realice un recuento más detallado de los estragos.
El mayor desafío ahora es la restauración del Sistema Eléctrico Nacional, el cual sufrió una desconexión completa debido a los vientos del huracán. Esta situación es la segunda vez en menos de tres semanas que Cuba experimenta un apagón total, lo cual ha generado preocupación en la población.
El Gobierno ha informado sobre los daños significativos en La Habana, Artemisa y Mayabeque, sin reportar víctimas mortales hasta el momento. Sin embargo, la recuperación de las áreas afectadas requerirá un esfuerzo conjunto y la paciencia de los ciudadanos.
Rafael es el segundo huracán que impacta a Cuba en 2024, tras Óscar, que causó estragos en el noroeste de la isla. Con vientos de hasta 186 kilómetros por hora y fuertes lluvias, Rafael ha dejado a su paso una estela de destrucción y desafíos para la población cubana.
Con información de efectococuyo.com