El gobierno de Ecuador destituye a la vicepresidenta Verónica Abad a pocos meses de las elecciones
En un movimiento sorpresivo, el gobierno de Ecuador liderado por Daniel Noboa ha removido a la vicepresidenta Verónica Abad de su cargo a tan solo tres meses de las elecciones en las que el presidente busca renovar su mandato.
La decisión fue tomada después de que el Ministerio de Trabajo suspendiera temporalmente a Abad, también embajadora de la paz de Ecuador ante Israel, por un retraso en un trámite diplomático. Esta medida ha sido calificada por abogados constitucionalistas como “absoluta y abiertamente inconstitucional” debido a la legitimidad de origen del cargo de vicepresidente, que es otorgado directamente por el voto de los ecuatorianos.
En respuesta a la suspensión, el presidente designó a Sariha Moya como vicepresidenta encargada. Esta decisión, según analistas, se interpreta como una movida política de cara a las próximas elecciones, ya que se especula que Noboa no desea que Abad asuma la presidencia en su ausencia durante la campaña.
Los motivos detrás de la destitución
Si bien el gobierno argumenta que la remoción de Abad obedece al cumplimiento del artículo 150 de la Constitución que establece las normas para la renuncia del presidente o vicepresidente, expertos opinan que los motivos son más políticos que institucionales.
La desconfianza de Noboa hacia Abad se hizo evidente cuando la nombró embajadora por la paz en Israel para mantenerla lejos del país y limitar su influencia en Ecuador. Esto, según Abad, era una estrategia para apartarla del poder.
Consecuencias y desafíos futuros
La decisión del gobierno ha generado incertidumbre en la política ecuatoriana, y se espera que en los próximos días se definan los próximos pasos a seguir. Abad tiene la opción de cuestionar constitucionalmente la decisión del Ministerio de Trabajo, pero los tiempos podrían no ser suficientes antes de que se concrete la sanción y se vea obligada a enfrentar una nueva elección.
Ecuador enfrenta críticas por su postura ante el sistema interamericano de protección de los derechos humanos, generando preocupación entre expertos en la materia. Según un especialista consultado, el país podría enfrentar una condena internacional debido a esta situación, la cual parece no preocupar al presidente actual.
El sentido constitucional se ha visto afectado y la institucionalidad ha sido abusada, según un profesor de Derecho Constitucional. Estas acciones levantan interrogantes sobre el respeto a los derechos humanos y la democracia en el país.
Las decisiones tomadas por el gobierno ecuatoriano han despertado inquietud en la comunidad internacional y plantean un desafío a la credibilidad del país en materia de derechos humanos. La falta de transparencia y el debilitamiento de las instituciones democráticas son motivo de preocupación para los observadores internacionales.
En este contexto, resulta fundamental que Ecuador revalúe su postura y tome medidas concretas para respetar los principios democráticos y los derechos humanos. El mundo está atento a la evolución de la situación en el país sudamericano y espera que se restablezca el respeto por la legalidad y la justicia.
Con información de efectococuyo.com