Desde tiempos antiguos, ciertas plantas han sido destacadas por sus propiedades curativas, y una de ellas se ha destacado por sus efectos beneficiosos en la salud estomacal. La muña, conocida científicamente como Minthostachys mollis, es una planta que ha sido utilizada desde la época de los incas para aliviar malestares estomacales y respiratorios, convirtiéndola en un remedio popular entre los curanderos. Además de combatir la gastritis, la muña también ha sido empleada para tratar diversas afecciones, desde lesiones óseas hasta mareos y mal de altura, lo que la convierte en un recurso esencial en la medicina tradicional andina.
La muña: una planta ancestral con propiedades curativas para la salud estomacal
La muña es originaria de las regiones andinas de Sudamérica, donde crece a altitudes elevadas y se caracteriza por sus hojas de aroma intenso. Además de su uso en forma de hojas, también se puede extraer un aceite esencial con propiedades curativas. Estudios científicos han confirmado que la muña posee propiedades antibacterianas, lo que la convierte en un aliado para tratar la gastritis y otros problemas estomacales, respaldando así el conocimiento ancestral de sus beneficios.
Investigaciones recientes han demostrado que la combinación de aceite de muña con medicamentos convencionales puede mejorar los síntomas de la gastritis, especialmente en casos leves. Este enfoque natural no solo ayuda a combatir la enfermedad, sino que también puede reducir el daño causado por el uso prolongado de medicamentos químicos. El aceite de muña se presenta como una alternativa efectiva para aliviar el malestar estomacal de forma natural.
En particular, el aceite esencial de muña ha demostrado ser útil en la lucha contra la bacteria Helicobacter pylori, responsable de la gastritis. Según Carhuapoma Yance, la cantidad de aceite de muña a utilizar dependerá de la gravedad de la enfermedad. En casos leves, este aceite podría ser suficiente para tratar la gastritis de manera natural, pero en situaciones más graves, se recomienda combinarlo con la medicación convencional para obtener resultados más efectivos.