La presidenta de Perú, Dina Boluarte, reveló en un mensaje a la nación desde el palacio de gobierno que se sometió a una cirugía de nariz en el año 2023. Boluarte, de 62 años, aclaró que esta intervención no fue estética, sino necesaria por motivos de salud, específicamente para mejorar su funcionalidad respiratoria.
La mandataria aseguró que la operación no le ha generado ninguna incapacidad o impedimento para ejercer sus funciones como presidenta. Destacó que la decisión de someterse a esta intervención fue tomada con la garantía de que no afectaría su desempeño en el cargo.
Sin embargo, la fiscalía abrió una investigación contra Boluarte por presunta omisión de actos funcionales, al no informar previamente al gabinete ministerial y al Congreso sobre la cirugía de nariz en julio de 2023. Esta investigación también incluye el supuesto delito de abandono del cargo.
Ante estas acusaciones, la presidenta anunció su disposición a renunciar voluntariamente a su derecho a la confidencialidad médica y entregar su historial clínico para demostrar, con pruebas suficientes, que la intervención quirúrgica era necesaria y no afectó su capacidad para gobernar.
El caso, que comenzó a cobrar relevancia el 3 de diciembre cuando su exjefe de gabinete reveló la información en el Congreso, podría desencadenar un pedido de destitución. Boluarte se comprometió a colaborar con la investigación y a demostrar la veracidad de sus declaraciones.
En medio de esta controversia, la presidenta de Perú enfrenta una situación delicada que podría afectar su permanencia en el cargo. La transparencia y la rendición de cuentas serán aspectos clave en el desenlace de este episodio que ha generado polémica en la escena política del país.