La Cámara de Diputados de Brasil ha aprobado un proyecto de ley que autoriza la castración química para personas condenadas por abuso sexual contra menores de edad. La aprobación del proyecto se produjo con 267 votos a favor, 85 en contra y 14 abstenciones, recibiendo apoyo de partidos de la derecha moderada y radical.
El proyecto de ley contempla la creación de un registro público de condenados por abuso sexual, que incluirá fotos e información personal de las personas condenadas. El Consejo Nacional de Justicia (CNJ) será el encargado de gestionar este registro, siendo el órgano responsable de los procesos judiciales en Brasil.
Según una enmienda presentada por el diputado Ricardo Salles, la castración se llevará a cabo mediante el uso de “medicamentos inhibidores de libido” bajo los términos regulados por el Ministerio de Salud.
La castración química es un procedimiento que se utiliza para reducir el deseo sexual en hombres al disminuir los niveles de testosterona, la hormona responsable del deseo sexual. A diferencia de la castración quirúrgica, la castración química puede ser reversible al suspender el tratamiento.
Algunos efectos secundarios de la castración química, según Infobae, incluyen la disminución del deseo sexual, cambios de humor, aumento de peso y pérdida de densidad ósea.
Varios países, como Estados Unidos, Rusia, Polonia, Corea del Sur, Indonesia, Moldavia y Estonia, permiten la castración química para delincuentes sexuales. En estos países, existen leyes que regulan el uso de este procedimiento para combatir el abuso sexual contra menores de edad.
En Brasil, la aprobación de la castración química como medida para los condenados por abuso sexual contra menores representa un paso significativo en la lucha contra este tipo de delitos. La implementación de esta medida podría tener un impacto en la prevención de futuros casos de abuso sexual y en la protección de los niños y adolescentes en el país.