El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha vuelto a poner a Venezuela en el centro de la atención con sus recientes declaraciones. Desde antes de su elección, Trump ya había expresado su opinión sobre temas relacionados con el país sudamericano, pero ahora, como presidente número 47 de Estados Unidos, sus acciones y discursos han cobrado mayor relevancia.
En una rueda de prensa desde Palm Beach, Florida, Trump anunció que su administración suspenderá las licencias y dejará de comprar petróleo a Venezuela. Calificó como descabellada la relación comercial con el país y afirmó que Estados Unidos tiene recursos energéticos propios más que suficientes. Su objetivo es hacer que Estados Unidos sea más rico, seguro y fuerte.
Además, en su primera rueda de prensa como presidente electo, Trump mencionó la migración venezolana y amenazó con aplicar una política económica dura si Venezuela no acepta el regreso de migrantes indocumentados. También ha criticado la administración anterior por aligerar sanciones contra Venezuela.
Antes de sus pronunciamientos sobre Venezuela, Trump ya había tomado decisiones que involucraban al país, como la elección de Marco Rubio como próximo secretario de Estado, lo que sugiere una postura diplomática hostil hacia Venezuela y Cuba. Asimismo, designó a Mike Waltz como asesor de Seguridad Nacional, quien tuvo un papel importante en la promulgación de la Ley Bolívar en la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
Se espera que en los próximos días y semanas, Trump continúe tomando acciones y emitiendo declaraciones sobre Venezuela antes de su toma de posesión el 20 de enero. La relación entre Estados Unidos y Venezuela se encuentra en un momento crucial, marcado por las decisiones y posturas de la administración Trump.