El presidente colombiano, Gustavo Petro, ha tomado la decisión de suspender los diálogos de paz con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) tras acusar al grupo de cometer «crímenes de guerra» con el asesinato de varios firmantes de paz de las FARC en la región del Catatumbo, en el noreste del país.
En un comunicado oficial, el mandatario expresó que «Lo que ha cometido el ELN en el Catatumbo son crímenes de guerra. Se suspende el proceso de diálogo con este grupo, el ELN no tiene ninguna voluntad de paz». Esta decisión fue respaldada por la jefa de la delegación del Gobierno en los diálogos, Vera Grabe, quien afirmó que la suspensión se mantendrá «hasta que el ELN definitivamente decida caminar hacia la paz» debido a que «este país no aguanta más estos vaivenes».
Las conversaciones entre ambas partes estaban programadas para reactivarse la próxima semana, después de que el Gobierno de Petro retomara los diálogos en noviembre de 2022. Sin embargo, las desavenencias entre las partes han llevado a esta nueva suspensión, que se produce en un contexto de enfrentamiento armado entre el ELN y una disidencia de las FARC en el Catatumbo, con un saldo de más de treinta muertos según la Defensoría del Pueblo.
El senador y negociador de paz, Iván Cepeda, lamentó la situación al recordar que a pesar de los esfuerzos realizados, las decisiones y actuaciones del ELN han impedido avanzar en el proceso de paz. Esta suspensión se produce en un momento en el que parecía que los diálogos podrían reactivarse, tras una reunión entre Grabe y el jefe negociador del ELN, ‘Pablo Beltrán’, en Caracas.
La tensión entre las partes se ha visto agravada por la presencia de los Comuneros del Sur, una supuesta escisión del ELN en el departamento de Nariño, que ha generado incertidumbre en la guerrilla. Además, los continuos ataques perpetrados por el ELN, como el secuestro del padre del futbolista Luis Díaz o el ataque a una base militar en Arauca, han contribuido a la escalada de violencia.
En este contexto, la distancia entre el Gobierno y el ELN parece difícilmente reconciliable, lo que ha llevado a la suspensión de los diálogos de paz. Petro ha manifestado su rechazo a las acciones del ELN en el Catatumbo, calificándolas como «crímenes de guerra» que afectan principalmente a civiles, líderes sociales y personas en proceso de reincorporación tras el acuerdo de paz de 2016.