En una reciente visita al Catatumbo, el representante del Consejo Noruego para Refugiados, Gómez, tuvo la oportunidad de dialogar con familias venezolanas que actualmente residen en Colombia. Estas familias expresaron su deseo de no regresar a Venezuela debido a la difícil situación económica y social que atraviesa el país. Según Gómez, estas familias se sienten más seguras en Colombia y están a la espera de que la situación en el Catatumbo se normalice para poder regresar a sus hogares.
Para la mayoría de estas familias, regresar a Venezuela no es una opción viable en este momento. A pesar de que algunas organizaciones han ofrecido apoyo, estas familias han optado por recibir únicamente la atención brindada por la gobernación del Norte de Santander y la alcaldía de Cúcuta.
En cuanto a la posible llegada de desplazados a través del estado Táchira en Venezuela, tanto la diócesis de San Cristóbal como la gobernación activaron un plan de contingencia para atender esta situación. Sin embargo, hasta el momento no ha sido necesario implementarlo, ya que las familias desplazadas están recibiendo toda la atención necesaria por parte de la alcaldía de Cúcuta y organizaciones internacionales como Acnur, OIM, la Cruz Roja y el Consejo Noruego, entre otras ONG.
En resumen, la situación de las familias venezolanas desplazadas en Colombia continúa siendo delicada, con la incertidumbre de un regreso a Venezuela y la necesidad de recibir apoyo humanitario. La labor de las autoridades locales y organizaciones internacionales ha sido fundamental para brindarles el acompañamiento necesario en estos momentos difíciles.