El Gobierno de los Estados Unidos, liderado por el presidente Donald Trump, utilizó dos aviones militares para repatriar migrantes a Guatemala en un mensaje de mano dura en política migratoria. La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, compartió imágenes de la aeronave en redes sociales, destacando la postura firme del presidente Trump ante la inmigración ilegal.
Estas repatriaciones se llevaron a cabo desde la base aérea militar Biggs en El Paso, Texas, con alrededor de 80 personas en cada vuelo, según informó el diario The Washington Examiner. La Casa Blanca anunció que las deportaciones de migrantes habían comenzado, cumpliendo así una de las promesas de campaña de Trump de realizar la mayor operación de expulsión masiva de extranjeros en la historia de los Estados Unidos.
A pesar de la retórica de Trump, los vuelos de deportación desde EE. UU. no son algo nuevo y se llevaron a cabo de manera constante durante la Administración del demócrata Joe Biden. Entre junio y diciembre del año pasado, se realizaron más de 860 vuelos de repatriación, expulsando a más de 271,000 individuos de unos 160 países, según datos del Departamento de Seguridad Nacional.
Desde que asumió el cargo, el Gobierno de Trump ha firmado órdenes ejecutivas para acelerar el proceso de deportaciones, restringir el acceso al asilo y fortalecer la frontera con México. Con un mensaje antimigrante, Trump se comprometió a «erradicar» la migración irregular a EE. UU. y expulsar a quienes no tienen un estatus legal en el país.