La organización Amnistía Internacional ha denunciado la decisión del gobierno de Donald Trump de cancelar el Estatuto de Protección Temporal (TPS) para 300 mil venezolanos como un acto de racismo. La ONG calificó esta medida como discriminatoria hacia los venezolanos que no pueden regresar a su país debido a los riesgos para su seguridad.
Según Amnistía Internacional, la población venezolana que llegó a Estados Unidos en los últimos años lo hizo huyendo de la crisis de seguridad, la persecución política y las condiciones económicas agravadas por el régimen de Nicolás Maduro. La directora de la organización para las Américas, Ana Piquer, condenó las nuevas políticas migratorias implementadas en EEUU desde finales de enero, que han afectado gravemente a quienes buscan asilo.
Además, Amnistía Internacional alertó sobre la militarización, la externalización de las fronteras y la criminalización de quienes defienden los derechos de los migrantes como consecuencia de las medidas ejecutivas adoptadas por el presidente Trump. La decisión de cancelar el TPS para los venezolanos que llegaron a EEUU en 2023 ha sido criticada por la ONG y se ha pedido a los gobiernos de la región que se abstengan de participar en políticas que socavan los derechos y la dignidad de quienes buscan asilo.
A pesar de la postura de Amnistía Internacional, la mayoría de los países de América Latina han comenzado a recibir deportados de sus nacionalidades, como Guatemala y Colombia. Incluso El Salvador ha acordado con Estados Unidos el envío de deportados con antecedentes criminales. La organización insta a los países de la región a no apoyar las políticas que socavan los derechos de los migrantes y a mantenerse firmes en la defensa de la seguridad y la dignidad de quienes buscan refugio.