El secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, se reunió con el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, para discutir diversos temas de interés bilateral. Durante las conversaciones, surgió la posibilidad de que El Salvador acepte la transferencia de algunos delincuentes para que cumplan sus condenas en cárceles salvadoreñas.
Rubio calificó este acuerdo como «sin precedentes» y destacó su importancia en el ámbito internacional. Según medios locales, el funcionario estadounidense mencionó la posibilidad de enviar a criminales peligrosos, incluso ciudadanos estadounidenses o residentes legales, a cumplir sus penas en El Salvador.
El presidente Bukele confirmó la propuesta a través de sus redes sociales, señalando que El Salvador estaría dispuesto a externalizar parte de su sistema penitenciario. En concreto, ofreció la posibilidad de albergar criminales en la megaprisión CECOT a cambio de una tarifa que sería beneficiosa para el país centroamericano.
Aunque los detalles sobre los mecanismos para llevar a cabo esta transferencia no han sido especificados, este acuerdo representa un hito importante para ambas naciones. En particular, para la administración de Trump, que ha enfocado sus esfuerzos en fortalecer la seguridad nacional de los Estados Unidos.