El expresidente colombiano Álvaro Uribe enfrenta un juicio oral por fraude procesal y manipulación de testigos, un proceso que ha captado la atención por su relevancia histórica. A pesar de los intentos de la defensa por postergar el juicio, la jueza Sandra Heredia decidió que debía seguir adelante para evitar la prescripción de la acción penal el próximo 9 de octubre.
Uribe, presidente de Colombia entre 2002 y 2010, se expone a una posible condena de hasta ocho años de prisión en un caso que él mismo inició y que se ha vuelto en su contra. El abogado del exmandatario, Jaime Granados, había solicitado un aplazamiento argumentando la necesidad de más tiempo para analizar las pruebas presentadas, pero la jueza desestimó la petición para no afectar el curso del juicio.
La Fiscalía acusa a Uribe de «fraude procesal», «soborno al testigo» y «soborno», delitos que él niega haber cometido. El proceso, que data de 2012, se inició cuando Uribe denunció al congresista de izquierda Iván Cepeda por buscar testimonios falsos para vincularlo con grupos paramilitares. Sin embargo, la investigación se volvió en su contra en 2018, cuando la Corte Suprema lo investigó por manipulación de testigos.
El juicio contará con la presencia de las víctimas, incluidos exparamilitares encarcelados que alegan haber sido presionados por el exabogado de Uribe para testificar a su favor. Uribe, por su parte, asegura no tener conocimiento de esas acciones.
La jueza Heredia expresó su preocupación por la duración del proceso, que lleva más de cinco años sin una resolución para el acusado. Este juicio ha generado gran interés en Colombia y en la comunidad internacional debido a la importancia política del expresidente y las acusaciones en su contra.