Un juez federal emitió una orden de restricción preventiva el pasado domingo para evitar que tres hombres venezolanos detenidos en Nuevo México fueran trasladados a la Base Naval de Guantánamo, en Cuba. La noticia fue confirmada por el abogado de los venezolanos, Baher Azmy, quien trabaja para el Centro de Derechos Constitucionales y presentó una moción para bloquear su posible traslado a Guantánamo.
Los hombres venezolanos tienen un caso pendiente en un tribunal federal de Nuevo México que cuestiona las circunstancias de su detención. Por otro lado, Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, informó que un segundo vuelo con migrantes venezolanos, presuntamente relacionados con el Tren de Aragua, llegó a la Base Naval de Guantánamo. Este grupo, compuesto por 13 individuos, incluye a personas con antecedentes criminales graves, sumándose al primer grupo de 10 personas que llegó a la base días antes.
Según Noem, todos los migrantes son pandilleros venezolanos con historial delictivo, incluyendo homicidio, fuga de prisión, tráfico de armas, robo, distribución de drogas y otros delitos. La administración estadounidense ha designado la Base Naval de Guantánamo como un lugar de detención temporal, con planes de establecer hasta 30.000 camas para migrantes indocumentados antes de proceder con su deportación a sus países de origen.
El gobierno actual ha implementado medidas rápidas contra los más de 11 millones de migrantes indocumentados en el país, catalogándolos como criminales y prometiendo una campaña masiva de deportación en colaboración con las fuerzas armadas. La situación ha generado controversia y preocupación en distintos sectores de la sociedad.
En resumen, la situación de los venezolanos detenidos en Nuevo México y trasladados a Guantánamo ha levantado interrogantes sobre los derechos y trato a migrantes en Estados Unidos, generando debate y preocupación en la opinión pública.