Nicolás Maduro, presidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), ha tomado la decisión de que Julio León Heredia deje su cargo como gobernador de Yaracuy, el cual ocupaba desde 2008 por sucesivas reelecciones, para asumir el Ministerio de Agricultura Productiva y Tierras.
Este movimiento, aunque no es el único, refleja la idea de que un «revolucionario» debe estar dispuesto a cumplir cualquier función en el frente donde sea requerido. En este caso, el gobernador renuncia voluntariamente para asumir una nueva responsabilidad en atención a una orden superior.
Analistas consultados por Efecto Cocuyo señalan que se pasa por alto el hecho de que los gobernadores no son funcionarios de libre nombramiento y remoción, sino electos por el voto popular para cumplir un mandato de cuatro años, según el artículo 160 de la Constitución.
Para Miguel González Marregot, experto en políticas públicas locales, este tipo de designaciones disminuyen el valor del voto popular al ignorar la voluntad expresada en elecciones. La designación de gobernadores electos a otros cargos refleja una visión centralista del ejercicio del gobierno por parte del Psuv.
Maduro ha realizado movimientos similares con otros gobernadores, como Héctor Rodríguez, Eduardo Piñate y Yelitze Santaella, quienes han sido designados en diferentes puestos en el Ejecutivo Nacional. Estos cambios buscan refrescar el tren Ejecutivo y aliviar posibles crisis internas en el partido.
La práctica de nombrar gobernadores o alcaldes sustitutos al margen de lo que dicta la normativa ha sido cuestionada en diversos casos, como en Yaracuy y Apure. Estas sustituciones han generado controversia y han sido consideradas como una violación al modelo de Estado establecido en la Constitución.
En resumen, los movimientos de Maduro con los gobernadores reflejan la dinámica política y centralista que ha caracterizado al gobierno chavista en Venezuela durante las últimas dos décadas. Las decisiones tomadas han generado debate y cuestionamientos sobre el respeto a la voluntad popular y la institucionalidad del país.