Los duques de Sussex, Harry y Meghan, han establecido su residencia en California desde el año 2020, cuando tomaron la decisión de renunciar a sus responsabilidades reales y mudarse a Estados Unidos en busca de una vida más distante de Reino Unido. Escogieron Montecito, una zona exclusiva de Santa Bárbara, para vivir en una lujosa mansión rodeada de naturaleza y privacidad.
Alejados del protocolo británico, la pareja se ha dedicado a proyectos personales y filantrópicos, aunque siguen siendo el foco de atención tanto en el Reino Unido como en Estados Unidos. Recientemente, el estatus migratorio de Harry ha generado controversia, ya que podría enfrentar problemas con su visado debido a revelaciones hechas en su autobiografía «Spare», publicada en 2023, en la que admitió haber consumido cocaína y experimentado con otras sustancias.
Un grupo conservador llamado Heritage Foundation está solicitando que se revisen los documentos de inmigración de Harry para determinar si hubo irregularidades en su solicitud de visado. Según las leyes estadounidenses, cualquier violación relacionada con sustancias controladas puede afectar la elegibilidad para obtener un visado.
A pesar de la controversia, el expresidente Donald Trump ha decidido no intervenir en el asunto, aunque ha realizado comentarios públicos al respecto. En una entrevista con el New York Post, Trump afirmó que no tiene intención de revocar el visado de Harry, pero no tuvo reparos en criticar a Meghan Markle, calificándola como «terrible» y sugiriendo que Harry ya tiene suficientes problemas con su esposa.
El Departamento de Seguridad Nacional no ha emitido declaraciones públicas sobre las posibles consecuencias legales de las revelaciones de Harry en su autobiografía. Mientras tanto, la Heritage Foundation continúa presionando para que se aclare el estatus migratorio del príncipe en el país, argumentando que el público tiene derecho a conocer todos los detalles.
Este conflicto, además de representar un desafío para Harry, podría impactar en las relaciones entre Estados Unidos y el Reino Unido. La Heritage Foundation sigue presionando para que se revele toda la información pertinente, mientras el duque de Sussex y Meghan Markle continúan siendo objeto de escrutinio por parte de la opinión pública.