Este 12 de febrero se celebra un evento especial en el calendario astronómico: la Luna llena de nieve. Este fenómeno, llamado así por las intensas nevadas que suelen ocurrir en este mes en el hemisferio norte, está asociado con la purificación, el cierre de ciclos y la renovación espiritual. Encender una vela blanca se ha convertido en un poderoso ritual con un significado muy interesante en este contexto.
La Luna llena de nieve nos recuerda que, al igual que las estaciones cambian, también podemos renovarnos internamente. Encender una vela blanca en esta fecha especial es una práctica sencilla pero significativa que nos permite alinearnos con la energía lunar y aprovechar su influencia para nuestro bienestar.
Las velas blancas han sido utilizadas desde tiempos ancestrales en diversas prácticas esotéricas y espirituales, representando la pureza, la paz y la luz espiritual. Encender una vela blanca durante la Luna llena de nieve simboliza la eliminación de energías negativas y la apertura de nuevos caminos en la vida personal y emocional.
Según expertos en rituales energéticos, la combinación de la Luna llena del 12 de febrero y la vela blanca potencia los deseos de protección, claridad y sanación. Este ritual es ideal para quienes buscan dejar atrás situaciones complicadas, atraer armonía o fortalecer su conexión espiritual.
Para realizar el ritual de la vela blanca en la Luna llena de nieve del 12 de febrero, sigue estos pasos sencillos: busca un lugar cómodo y sin distracciones, consagra la vela antes de encenderla, enfócate en tus intenciones, respira profundamente y visualiza la energía de la Luna iluminando tu camino, y permite que la vela se queme por completo si es seguro hacerlo.
Aunque no exista evidencia científica que respalde los efectos esotéricos de este ritual, muchas personas encuentran en él un momento de paz, esperanza y renovación. Al final, lo más importante es la intención y la fe que cada persona deposita en este acto simbólico.