Las Grandes Ligas se encuentran en un ambiente de guerra abierta, con peloteros desobedeciendo órdenes y conspirando contra los Dodgers bajo la dirección del comisionado, Rob Manfred.
En primer lugar, el pitcher Marcus Stroman, con un récord de 87-85 en 10 temporadas, se enfrentó al manager de los Yankees, Aaron Boone, negándose rotundamente a ser enviado al bullpen y afirmando su posición como abridor. A pesar de su historial, Stroman gana 18.5 millones de dólares este año y tiene un contrato por 18 millones más para 2026.
Por otro lado, los Medias Rojas contrataron a Alex Bregman, un agente libre de 30 años con experiencia en los Astros. Sin embargo, Rafael Devers, de 28 años, se enfrentó al mánager Alex Cora al exigir jugar exclusivamente en la tercera base. Devers cobra 31 millones al año hasta 2033 y batea para .279.
En el caso de Vladimir Guerrero, de los Blue Jays, el jugador y su agencia, «Magnun Sports», exigieron una extensión de contrato antes del inicio de los entrenamientos. A pesar de una oferta generosa del equipo, Guerrero se mostró despectivo hacia la organización. Por esta temporada, Guerrero recibirá 25.5 millones de dólares.
Finalmente, los Dodgers de Los Ángeles se encuentran en medio de una controversia debido a su alto gasto en salarios de jugadores, alcanzando los 389 millones de dólares este año. Aunque Manfred defiende que los Dodgers no han violado ninguna regla, la disparidad en los recursos financieros preocupa a otros fanáticos y equipos en la liga.
En resumen, la situación actual en las Grandes Ligas refleja un ambiente de desobediencia y descontento entre los jugadores y los equipos, lo que podría tener repercusiones en el desarrollo de la temporada y en la percepción de la liga en general.