Cierre de instalaciones temporales de procesamiento de migrantes en la frontera EE.UU.-México
Las autoridades migratorias de Estados Unidos han anunciado el cierre de cinco instalaciones temporales de procesamiento debido al bajo flujo de migrantes en la frontera con México, que ha disminuido a unas 300 detenciones diarias. Los centros de Donna, North Eagle Pass, Laredo (Texas), Yuma y Tucson (Arizona) han sido clausurados, mientras que las instalaciones en San Diego (California) y El Paso (Texas) continuarán operativas, según informó la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP).
En febrero pasado, la CBP reportó que detuvo a 8.347 inmigrantes indocumentados cruzando la frontera suroeste por varios puntos de entrada, lo que representa una caída de hasta 94% interanual y una disminución del 71% intermensual. Este descenso ha sido atribuido a las nuevas disposiciones presidenciales de mano dura de Donald Trump contra la migración irregular.
Febrero se convirtió en el primer mes completo tras las medidas implementadas por Trump, quien ha celebrado la reducción en el flujo de migrantes como el fin de lo que él llama "invasión". La CBP ha destacado que el mensaje claro enviado por Trump y la secretaria Noem es que aquellos que crucen la frontera ilegalmente serán deportados sin posibilidad de regresar al día siguiente o en pocas horas.
La Patrulla Fronteriza de EE.UU. registró un promedio de 330 detenciones diarias a nivel nacional en febrero, la cifra más baja en la historia de la CBP. En la frontera suroeste, las detenciones se redujeron a menos de 300 por día, lo que ha llevado al cierre de instalaciones temporales de procesamiento en puntos estratégicos a lo largo de la frontera suroeste.
Desde el inicio de la segunda administración de Trump, se ha reportado una reducción del 85% en los cruces de la frontera sur entre Estados Unidos y México. Esto ha llevado a que las estrictas políticas migratorias impuestas por Trump resulten en la rápida expulsión de los migrantes a sus países de origen o a otras naciones cercanas.
En línea con estas medidas, el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, también ha anunciado el cierre paulatino de centros migratorios en la provincia del Darién, debido a la marcada disminución en el flujo migratorio hacia el norte del continente. Mulino destacó que hace un año se registraban 36.841 migrantes cruzando por Darién, mientras que en marzo la cifra ha descendido a solo 112.
En resumen, las políticas migratorias implementadas por el gobierno de Donald Trump han tenido un impacto significativo en la reducción del flujo de migrantes en la frontera EE.UU.-México, lo que ha llevado al cierre de instalaciones temporales de procesamiento y a la rápida expulsión de los migrantes que intentan ingresar de forma irregular. Estas medidas han sido respaldadas por el presidente Trump como una forma de garantizar la seguridad y el control en la frontera.