La familia de Henrietta Lacks, cuyo genoma revolucionó la medicina moderna, ha llegado a un acuerdo con Thermo Fisher, la empresa de biotecnología que utilizó las células de esta afroamericana sin su consentimiento, según anunciaron abogados este martes.
“Las partes están satisfechas de haber encontrado una forma de resolver este asunto fuera de los tribunales”, señalaron los abogados de la familia Lacks, Ben Crump y Chris Seeger, en un comunicado, según informa la agencia France Press.
No se han revelado los términos del acuerdo, que se alcanzó casi dos años después de que se presentara una denuncia en el estado de Maryland, Estados Unidos.
Thermo Fisher Scientific Inc. confirmó el acuerdo con las mismas palabras que los abogados de la familia.
En 1951, Henrietta Lacks, de 31 años, murió de cáncer de cuello uterino en el Hospital Johns Hopkins de Baltimore. Durante los intentos por curarla, se extrajeron células de su tumor que fueron enviadas a un investigador sin su conocimiento.
El investigador se dio cuenta rápidamente de que sus células, rebautizadas como células HeLa, eran extraordinarias porque podían ser cultivadas in vitro, es decir, fuera del cuerpo humano, y multiplicarse indefinidamente.
Esto ha permitido a laboratorios de todo el mundo desarrollar vacunas, especialmente contra la poliomielitis, tratamientos contra el cáncer y algunas técnicas de clonación.
La familia de Henrietta Lacks no se enteró de esto hasta la década de 1970 y no comprendió su alcance hasta que Rebecca Skloot publicó en 2010 el exitoso libro “La vida inmortal de Henrietta Lacks”.
“Han estado utilizando sus células durante 70 años y la familia Lacks no ha recibido nada a cambio de este robo”, denunció su nieta Kimberly Lacks en 2021, cuando la familia anunció su intención de presentar una denuncia y acusó a Thermo Fisher Scientific de lucrarse con la comercialización de las células.
Este martes, Henrietta Lacks habría cumplido 103 años.
La empresa no respondió a las consultas de la AFP sobre el asunto.