La tasa promedio de las hipotecas a 30 años en Estados Unidos alcanzó el miércoles su nivel más alto en nueve meses y el segundo más alto desde 2001, debido a la fuerte reacción de las tasas de interés a la rebaja de la calificación de la deuda pública estadounidense.
En la semana que terminó el 4 de agosto se disparó al 7,09%, frente al 6,93% de la semana anterior, según el informe semanal publicado por la Asociación de Banqueros Hipotecarios. Los tipos no habían sido tan elevados desde noviembre de 2022, que entonces eran los máximos desde 2001.
Los prestatarios potenciales se ajustaron con prontitud al encarecimiento de los préstamos: el índice de solicitudes de hipotecas -una medida del volumen total de esas peticiones- cayó un 3,1%, a un mínimo de seis meses de 194,5%.
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Joel Kan, vicepresidente y economista jefe adjunto de la Asociación de Banqueros Hipotecarios, señaló la reciente rebaja de la calificación de la deuda pública estadounidense por parte de Fitch, que afectó a todos los tipos de préstamos de la encuesta semanal.
Los últimos datos sugieren que el enfriamiento de los precios de la vivienda provocado por la agresiva campaña de subidas de tasas de interés de la Reserva Federal podría estar ralentizándose.
Aunque la demanda ha disminuido en el último año, un parque de viviendas muy limitado ha mantenido la presión al alza sobre los precios.
Sin embargo, los recientes datos que muestran unos tipos hipotecarios más altos y una menor demanda podrían ser una buena noticia para los costes generales de la vivienda y el esfuerzo del banco central estadounidense por reducir la inflación.
Reuters