El candidato a la presidencia de Ecuador, que fue asesinado el 9 de agosto, ya había recibido amenazas por investigar y denunciar a las mafias.
La corrupción en Venezuela, relacionada con el gigante Odebrecht y el empresario Alexa Saab, encarcelado en Miami, no escapó de las investigaciones del candidato a la presidencia de Ecuador, Fernando Villavicencio, quien también era un reconocido periodista de investigación.
Durante años, Villavicencio destapó casos de corrupción durante la era de Rafael Correa y sus vínculos con la senadora colombiana Piedad Córdoba, entre otros.
En una entrevista con Metroecuador, Villavicencio relató que se dedicó a investigar tramas de corrupción en los últimos 20 años y que varios de sus reportajes fueron la base de importantes procesos penales en el país, como el caso de Odebrecht.
Además, investigó 24 casos importantes y elaboró informes que fueron entregados a la justicia de Ecuador, como el caso de Alex Saab, presentado ante Colombia y Estados Unidos para sus respectivas investigaciones.
En enero de 2022, a través de sus investigaciones, informó en su cuenta de X que los documentos de migración confirmaban el ingreso a Ecuador de Alex Saab Morán en su avión privado el 8 de julio de 2013, junto con Piedad Córdoba y Camilo Castro Córdoba. En esa fecha, la empresa Foglocons ya enfrentaba una investigación penal.
Villavicencio hizo de la lucha contra la corrupción y las mafias su lema de campaña y durante sus intervenciones dejaba claro lo que haría contra estos flagelos si llegaba a la presidencia.
En varias ocasiones, enfatizó: “Tenemos que someter a las mafias”.
En una entrevista con el canal Ecuavisa, declaró: “Ecuador es un país que está secuestrado por las mafias de la cocaína, de la minería ilegal y de la corrupción. Entonces tenemos que someter a estas mafias. Y las tres mafias están vinculadas a la mafia política”.
Incluso, anunció que en su lucha contra “los corruptos y nuevos ricos” contaría con la colaboración del FBI mediante un acuerdo.
Villavicencio ya había recibido amenazas por su combate férreo a las mafias. Insistía en que “con las mafias no se pacta” y destacaba que la Policía sabía exactamente dónde se encontraban los mafiosos pero no intervenía hasta después de un ataque.
En otra declaración a la prensa, advirtió que durante su gobierno cambiarían las reglas de juego y la Policía atacaría primero, intervendría y sacaría de sus guaridas a todos los criminales.
El candidato asesinado había sido amenazado por su valiente lucha contra las mafias y su compromiso con la erradicación de la corrupción en Ecuador.