El Banco Central de Rusia (BCR) ha decidido aumentar la tasa de interés en 3,5 puntos, alcanzando el 12%, la cifra más alta desde mayo de 2022. Esta medida tiene como objetivo frenar la depreciación del rublo y garantizar la estabilidad de los precios.
La decisión fue tomada durante una reunión extraordinaria del Consejo de Dirección del BCR. Según el comunicado emitido por el banco, la presión inflacionaria continúa en aumento, con una inflación anual del 4,4% para el 7 de agosto. Además, la tasa actual de crecimiento de los precios sigue acelerándose.
El crecimiento desestacionalizado de los precios en los últimos tres meses ha sido en promedio del 7,6% sobre una base anualizada. El regulador destaca que el aumento de la demanda interna, que supera la capacidad de expansión de la producción, refuerza la persistente presión inflacionaria y afecta la dinámica del tipo de cambio del rublo debido a una mayor demanda de importaciones.
El Banco Central argumenta que, si se mantiene la tasa actual de crecimiento de precios, existe un riesgo significativo de que la inflación supere la meta establecida para 2024, que es del 4%.
La devaluación del rublo se debe a la inestabilidad política, el aumento de las importaciones, la caída de las exportaciones y las sanciones occidentales a Rusia por la guerra en Ucrania. Durante los primeros siete meses de este año, el rublo se ha devaluado más de un 27%.
Desde el fallido intento de rebelión armada protagonizado por el jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, el rublo no ha dejado de depreciarse. Actualmente, la moneda rusa cotiza a poco más de 100 rublos por dólar. El punto más bajo se alcanzó el 10 de marzo de 2022, dos semanas después del inicio de la guerra en Ucrania, cuando cayó a 121,5 rublos por dólar.
Debido a su inestabilidad, Bloomberg considera al rublo como una de las tres monedas más débiles del mundo, junto con la lira turca y el peso argentino.
EFE