La firma Ecoanalítica afirma que las prioridades han cambiado al punto de que la calidad de vida de los venezolanos también está disminuyendo.
Tener suficiente comida y medicinas parece ser la prioridad de las familias venezolanas en los últimos tiempos, según Ecoanalítica.
“Esto demuestra el peso que tienen en el presupuesto familiar mensual el pago de los alimentos, que representa el 55% de los gastos, y el de las medicinas, que representa el 15%”, dijo el economista Asdrúbal Oliveros.
En una entrevista con Unión Radio, el especialista advirtió que el pago de la gasolina a 0,50 centavos de dólar y el transporte ocupan el tercer y cuarto lugar en el presupuesto.
“El país pasó de ser una economía con grandes subsidios y una expresión de eso era el valor de las tarifas, que nadie consideraba importante, a encarecerse enormemente”, explicó.
Agregó que, como resultado de la eliminación de los subsidios, “Venezuela ha pasado de un extremo a otro, donde los servicios se han encarecido mucho, mientras que los salarios siguen siendo muy bajos, lo que genera una gran desigualdad”.
“A diferencia de otros países donde se cuida el consumo de agua y electricidad debido a los altos costos, aquí eso no ocurría”, señaló.
Otra consecuencia de esto es que los venezolanos “han perdido calidad de vida” debido al encarecimiento del país y la falta de salarios adecuados, teniendo que prescindir de varios servicios.
Sin embargo, en el caso de la gasolina, Oliveros cree que se avecina un gran problema, ya que incluso el combustible dolarizado puede escasear.
“Hay una disminución en la disponibilidad de gasolina subsidiada, cada vez hay menos estaciones de servicio con gasolina subsidiada, por lo tanto, pagar 0,5 dólares por litro tiene un impacto en el presupuesto familiar”, destacó.
Caracas… una de las ciudades más caras
Por otro lado, el experto resaltó cómo Caracas se ha convertido en una de las ciudades más caras de Latinoamérica.
Aunque difiere mucho de otras ciudades como Bogotá, Lima, Buenos Aires o Santiago, Caracas tiene precios que se equiparan a las mismas.
A pesar de que los servicios son deficientes y no abundan las ofertas comerciales, la capital sigue siendo una especie de vitrina o una burbuja que muestra una realidad diferente a la del resto del país.