A Carlos* se le advirtió que sería arrestado si regresaba a Venezuela. Era funcionario público y había trabajado como investigador en la policía científica venezolana durante casi 20 años. Durante su asignación en Interpol, investigó casos de narcotráfico, homicidios y delitos financieros. Cuenta que en un caso reciente detuvo a dos venezolanos que estaban cometiendo estafas en línea en Estados Unidos y Venezuela. Sin embargo, debido a sus conexiones con el gobierno venezolano, recibió la orden de liberarlos y no informar sobre la investigación a Interpol. “Me fui de Venezuela porque ya no podía soportar las amenazas y humillaciones”, asegura. “Tuve que dejar a mi esposa y a mis dos hijas”. Carlos entró a Estados Unidos con una visa de turista en marzo. Durante los últimos seis meses, ha estado viviendo de sus ahorros y vendiendo propiedades en Venezuela, sin poder trabajar legalmente debido a su estatus migratorio indocumentado. Sin embargo, la reciente decisión del gobierno del presidente Joe Biden de otorgar el Estatus de Protección Temporal (TPS) a casi medio millón de venezolanos le ha brindado la oportunidad de trabajar legalmente. “Esta medida es una bendición porque me permitirá solicitar asilo y al mismo tiempo trabajar para ganar dinero y traer a mi familia”, dice a BBC Mundo. El TPS ofrece una exención temporal de deportación y acceso a permisos de trabajo por 18 meses a los venezolanos que hayan ingresado a Estados Unidos hasta el 31 de julio de este año. Aquellos que hayan llegado después de esa fecha serán expulsados si se determina que no tienen una base legal para quedarse, según el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas. El TPS brinda protección contra la expulsión a las personas que ya se encuentran en Estados Unidos cuando las condiciones en su país de origen les impiden regresar de manera segura, explicó Mayorkas. Esta es la mayor concesión de este estatus migratorio para ciudadanos de una misma nacionalidad en Estados Unidos, casi el doble de los 243,000 venezolanos que ya tenían este estatus desde 2021. Para comprender la magnitud de esta concesión masiva del TPS a casi medio millón de venezolanos, es necesario observar las cifras anteriores. Hasta ahora, un total de 610,000 migrantes de 16 nacionalidades, incluyendo salvadoreños, hondureños y nicaragüenses, trabajan en Estados Unidos bajo este estatus, según el Foro Nacional de Migración. Ahora, esta cifra casi se duplicará solo con los venezolanos, quienes están llegando en gran número a Estados Unidos huyendo de la situación económica, social y política de su país de origen o de otros a los que emigraron primero. Estas cifras también revelan el apoyo del gobierno de Biden a los migrantes venezolanos, a quienes creó hace aproximadamente un año un proceso legal de llegada al país en avión, el cual solo requiere un patrocinador que ya viva legalmente en Estados Unidos. “Una oportunidad de oro” John de La Vega, abogado especializado en legislación migratoria en Estados Unidos, considera que el TPS tendrá un impacto enormemente positivo para decenas de miles de venezolanos que están en proceso de solicitar asilo, enfrentando procesos de deportación o apelaciones. “El gobierno se ha dado cuenta de que, debido a la demora en los tribunales de inmigración en los casos de asilo, ofrecer esta protección agiliza la posibilidad de que los venezolanos se legalicen y obtengan un permiso de trabajo”, afirma. Sin embargo, advierte que es importante asesorar a los venezolanos que pueden beneficiarse del TPS, ya que muchos de ellos no solicitaron este estatus migratorio en 2021 debido a la falta de conocimiento del inglés y las leyes estadounidenses. “Ahora es importante explicar a los venezolanos, especialmente a aquellos que se encuentran en condiciones más vulnerables, que esta es una oportunidad de oro que deben aprovechar”, señala Helene Villalonga, activista venezolana por los derechos humanos de los migrantes en el estado de Florida. “Deben entender que el TPS es una garantía de que no serán deportados”. Villalonga considera que esta decisión puede disuadir a muchos venezolanos de emigrar a Estados Unidos durante el resto del año, ya que aquellos que lleguen después del 31 de julio no recibirán este estatus. Por otro lado, la activista Patricia Andrade, directora de la organización Venezuela Awareness Foundation, teme que el TPS promueva la llegada de más migrantes venezolanos, con la expectativa de que se apruebe una nueva decisión ejecutiva en el futuro que los beneficie. “Estamos viendo la frontera sur abarrotada de migrantes venezolanos. No tienen a dónde regresar, por lo que para muchos la mejor opción es ingresar a Estados Unidos, aunque sea de forma irregular”. La presión de Nueva York La decisión del gobierno de Biden se debe en gran parte a la presión del alcalde de Nueva York, Eric Adams, y los legisladores demócratas, debido a la llegada de más de 100,000 migrantes a la ciudad durante el último año. Se estima que cerca de la mitad de ellos son venezolanos. Este flujo ha causado una crisis que ha obligado a albergar a decenas de miles de migrantes en más de 200 hoteles, refugios y otras instalaciones. Andrew Heinrich, director del Proyecto Rousseau, una iniciativa que brinda asistencia a migrantes y promueve la educación entre los jóvenes en áreas desfavorecidas de Nueva York, nunca había visto una situación como la de los venezolanos en Nueva York en sus 12 años de trabajo con comunidades migrantes. “Creemos que el TPS tendrá un impacto enorme para aliviar la presión que la llegada de los migrantes venezolanos ha generado en los servicios de asistencia migratoria, social y educativa de la ciudad”, asegura desde Nueva York. Durante los últimos meses, Adams lanzó una campaña con folletos para persuadir a los migrantes de que se trasladen a otras ciudades y ofreció habilitar un refugio para 2,000 personas, el más grande que ha existido en la ciudad. Adams culpó al gobierno federal y estatal por no proporcionar suficiente ayuda a Nueva York para ofrecer vivienda y otros servicios sociales a los recién llegados. Bajo el lema “Déjenlos trabajar”, Adams y otros líderes demócratas han pedido más presupuesto para cubrir la asistencia a los migrantes y la construcción de nueva infraestructura. “Quiero agradecer al presidente Biden por escuchar a nuestra coalición, incluyendo a nuestra delegación del Congreso, y dar este importante paso que traerá esperanza a los miles de solicitantes venezolanos de asilo que actualmente están bajo nuestro cuidado”, dijo el alcalde en respuesta a la decisión. En una declaración conjunta, el líder de la mayoría demócrata del Senado, Chuck Schumer, y el líder demócrata de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, ambos de Nueva York, afirmaron que la medida es un “paso bienvenido” que “proporcionará el alivio necesario a los sistemas de Nueva York que se esfuerzan por apoyar a los migrantes recién llegados”. “Además, reducirá sustancialmente los costos para los contribuyentes de Nueva York en lo que respecta al alojamiento de los solicitantes de asilo”, añade el comunicado. La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, señaló que aunque aún queda “mucho trabajo por hacer”, los funcionarios estatales están listos para “iniciar de inmediato” el proceso de inscripción de las personas para trabajar y encontrarles empleo para que puedan ser autosuficientes. Los venezolanos en la política de Estados Unidos Nueva York es una “ciudad santuario”, lo que significa que se
¿Cuál es el significado para los venezolanos de la masiva concesión de permisos de trabajo y cuál es la relación con la crisis migratoria en Nueva York?
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